La sociedad coreana sufre un mal que la consume y es que esto va entre el voyerismo y el ataque sexual
¿Te imaginas entrar a un baño público, algún probador de ropa o mientras subes unas escaleras eléctricas y sujetos extraños te graban para después divulgar el video en internet?
Eso es el molka, un mal que sufren miles de mujeres en Corea del Sur diariamente. Y es que, sujetos sin escrúpulos aprovechan hasta el más minúsculo hueco en la pared, bolsillo o hasta cajetilla de cigarros para esconder cámaras espías y grabar en secreto a mujeres para difundirlas como contenido sexual en internet.
La policía coreana recibe a diario hasta 18 denuncias de mujeres de haciendo acusaciones sobre este tipo de actos, sin embargo, solo el 2% de ellas llega a juicio.
En el país oriental la pornografía es delito, sin embargo debido a la pasividad de las autoridades y el machismo que reina en Corea del Sur, el problema no ha hecho otra cosa más que multiplicarse, haciendo de el un negocio que llega a generar hasta los 25 mil 700 millones de dólares.
Durante el 2018, las mujeres coreanas decidieron movilizarse, reuniendo a más de 55 mil personas, según organizadores del evento, aunque la policía contabilizó solo 20 mil, según la agencia de noticia AFP.