Autora _IsYourGirlAC
Capitulo 4
La que cuenta los minutos y las horastodos los días.
Amo el oficio que estoy aprendiendo, amo salvar vidas. Me encanta mi carrera, mi profesión.
Lo que me agobia es perder mi vida. Tengo mucho sueño.
-Diez cafés bien cargados por favor- dije rápidamente, me había tocado ir por los cafés y por mucho que quise comprarle a mis compañeros de los de la cafetería que no me costaba nada, no podía ser tan miserable hasta conmigo misma. Es asqueroso.
-No es como mucha cafeína para ti sola- bromeo la encargada, y enserio quise animarme por su comentario.
-Ojala pudiera tomarme todo eso yo sola- si eso me ayudaba a ser yo misma y tener más vitalidad, lo haría. Pero lo que lograría sería un aceleramiento en el corazón, insomnio y falta de apetito por varios días. Ya lo intente… -pero no es para mí, es para mis compañeros también, tenemos guardia-
-Ya~ ¿larga noche?-
Asentí suspirando -Sí. Me ha estado tocando urgencia esta semana, me da una docena de galletas surtidas menos de canela, no me gustan y dos brownie también- se me antojo al darme cuenta que estaban recién hechos. Los señale con mi dedo índice, comerlos era tan placentero como una taza de café en una noche fría.
-Bien te colocaré suficientes- asintió sonriendo y yo le devolví el gesto, agradecía que me conociera y no se asustaran con mi desaliñado aspecto cada vez que venía, una vez traje hasta sangre en mi bata, era cuidadosa pero fue en mi espalda y no la había visto, ella fue amable cuando me advirtió y me la quite, ahora jamás salgo del hospital sin revisarme bien al menos la ropa, mi cara… No podíamos hacer mucho con ella -¿Helado o malteada cielo?- eso no fue conmigo mis ojos se desviaron de ella frente a mí, a donde ella miraba ¿en qué momento había llegado? Tan pérdida en mis pensamientos que no me di cuenta.
-Malteada, la de siempre noona. Gracias- le sonrió a la chica de forma cerrada, sin mostrar los dientes, algo simple pero aun así hermosa -Hola- parpadee me había quedado mirándolo y este ahora me miraba a mí, no le respondí el saludo en palabras solo asentí. Sonrió de lado al ver mi atención puesta en él y supongo que por mi silencio, me sonroje volteando a otro lado, me sentía tonta. Me puso nerviosa su sola presencia ¿Por qué? Si tengo un acosador casi a diario, creo que el contexto no es mismo y este chico parece gustarme a diferencia. Que reacción tan básica la mía.
-¿La tomaras aquí o lo llevo a la mesa?- hablo ella para él, atendiéndolo más rápido que a mí, hay preferencias ya veo.
-Aquí está bien, odio ser mal trio- escuche que le respondió y le señalo a algún lugar del local, estaba atenta en él aunque pretendí mirar a otro lado -Eso es mas de Chanie no de mi- ambos rieron y pude distinguir la de él, por su tono ronco.
Sexy, enserio.
-Bien, voy por sus pedidos- ¿Hablas conmigo también? Quise preguntar, le sonreí sin mostrar mis dientes, una sonrisa media falsa la verdad.
La chica se alejó de nosotros para hacer lo que le habíamos pedidos, él se quedó allí parado a mi lado y se ladeó hacia mí y juro que conté cada segundo hasta que hablo -¿Y~ Aun quiere conocer a mi amigo?- inclino levemente su cabeza señalando a un lugar que en pocos segundo divise, en él se encontraba el chico lindo de sonrisa angelical, se encontraba con una joven muy hermosa.
Parece una actriz, pero no estoy segura. No sé nada de nada ahora mismo y aun así con lo guapo que son estos chicos también, todos podrían serlo.
-Sería demasiado incomodo pedirte algo como eso- respondí cuando mis ojos volvieron a él quien me miraba algo divertido y juguetón aunque su semblante sea serio sus ojos lo delataban.
Puso una pose pensativa, pero sabía que seguía con el juego -¿Por su novia?- ladeó su rostro y de igual manera su sonrisa. Era buena leyendo personas, pero con el… era hasta más natural. Como si lo conociera.
Creo que es su sello. La sonrisa ladeada.
Negué -No- me permití ser un poco más osada esta vez, vamos a ver si el chico playboy me sigue la corriente. No pierdo nada. Sonreí -Ya no lo quiero porque su amigo es más guapo para mí, así que no tiene sentido- le guiñe un ojo y este abrió sus ojos algo desenfocado por mi acción. Hasta yo lo estaba, estaba sorprendida de mi misma, no era mentira en todo caso… pero vamos hay que confundirlo un poco, el trataba de jugar conmigo y yo no me dejo, los juegos mentales conmigo no va, estudio medicina.
-Estás hablando de…- llevo su dedo índice a su pecho señalándose pero no llego a terminar su frase cuando fue interrumpido. Reí internamente.
-Aquí está tu pedido y la factura, espero sea suficiente para que puedas seguir funcionando unas horas más- hablo la chica y yo no sabía si reír en su cara o que, él se había quedado con la gran duda, tanto que se le notaba en la cara, con una gran sonrisa mi voltee hacia ella y la mire, esta nos miraba intercaladamente a ambos como tratando de descubrir algo. Amiga aquí no pasa nada, o eso creo.
-Eso espero de verdad, muchas gracias- le dije sinceramente entregándole el dinero directamente, este momento me había hecho el día realmente -nos vemos luego- ella asintió pero no me sonrió. Tome el pedido, lo mire levemente y salí de allí ¿Celosa?
Yo que sé, solo sé que lo deje con la palabra en la boca. Algo entretenido había pasado fuera del hospital y los traumas.
Es tan guapo…
-¿Esa sonrisa?- me pregunto mi amiga mientras yo estaba inmersa en mis pensamientos caminando durante nuestras rondas finales. Repasaba mentalmente lo hermoso que se veía asombrado y confundido a la vez, era demasiado sexy cuando estaba en modo juguetón.
-El rico café- me bebí un sorbo aun con mi sonrisa. No hablaría de él, aquí no. No con dos internos pisándonos los talones.
-Claroo~ Si esta bueno- sus ojos eran de “no te creo” pero lo dejare pasar por ahora.
El siguiente día tuve suerte. No fui yo quien le toco ir por el café si no a mi amiga, no me sentía nada mal por eso. Nop, definitivamente tampoco la acompañaría, no aguantaba el dolor de mi cuerpo. Nos había tocado ir al lugar de un accidente múltiple de autos, toda una escena. Estaba agotada.
La verdad si me alegré que no fuera yo, aunque ella también estaba muy cansada, alguien le tocaba y por juegos del azar ella tuvo el peor día.
Igual esa alegría me duro muy poco porque al día siguiente era yo la de la mala suerte de nuevo, si antes estaba irritada ahora más.
-Has venido todos los días- me dijo la dueña y aunque me sonreía su cara era de pena. Así es… Doy pena ajena.
Suspire pesadamente -Tres días para hacer exactas- conté, le iba a decir no todos, pero mi cerebro lógico juega a su ritmo -perdí de nuevo piedra, papel y tijera y me toca venir por el café- ese simple juego se convirtió en algo de vida o muerte. No, con la vida de los pacientes no jugamos. Solo con la nuestra miseria.
-¿Piedra, papel y tijera?-
-Si- asentí – básico, pero sigo perdiendo, no es justo estando tan cansada, pero tengo muy mala suerte. Igual si esto sigue así, ninguno vendrá próximamente-
-¿Demasiado trabajo?- asentí –Animo ¿Cinco cafés?- asentí de nuevo, ella notaba mi desgaste y falta de ánimo, lo debo tener plasmado en la cara.
-Seis, mi amiga necesita dos, galletas también por favor- a mi amiga le había tocado estar en su primera operación de emergencia no programada, de ésas que son un desastre por donde la mires y ves más sangre que persona. Pero termino bien y la persona vivió, aun así es su primera vez y está algo shockeada.
-Enseguida voy por ellos-
Volví a asentir como autómata, bostece cansada y mire mis zapatos azules como si fueran lo más entretenido que había en el lugar, así estaban mis ánimos, por el suelo. Mis ojos se cerraban con facilidad. Razón por la que ahora llevaba lentes de pasta y no los de contacto habitual, tenía la vista agotada. Como el resto de mi cuerpo.
-Hola ¿Doctora?- levante la vista rápidamente, por el saludo.
Error, era él con una gran sonrisa. Mostraba sus dientes, nunca había visto algo más hermoso. Desde que nuestros caminos se cruzaron nunca lo había visto sonreír así de esa manera.
Parpadee alineando mi única neurona pensante ahora mismo para poder responderle. Me veía fatal, me sentía aun peor, que mal momento para que un hombre guapo se te acerque… Definitivamente alguien allá arriba me ha estado ignorando toda la semana.
-Hola, no soy Doctora. Soy interna- respondí, intente sonreírle pero me salió un bostezo. Si era doctora pero a la vez no… es complejo.
Sonrió aún más si eso era posible mirándome fijamente -Casi lo eres, es lo mismo- se encogió de hombros juguetón -¿mucho trabajo?- otra persona fuera huido de mí, soy la peor junta en estos momentos, hasta yo misma huiría de mí.
Asentí, estúpido día que me lo vengo a conseguir. Da igual que se acostumbre a esta horrible cara… ¿Se alejara de mi ahora? ¿Se ira con alguna de sus noonas? ¿Porque me interesa? Ya va… ¿Qué se acostumbre?
-Sí, demasiado. Hubo un accidente de tránsito anoche y tuvimos muchos heridos con traumatismos en emergencia y…- me detuve en mi palabrería, a el seguro no le interesaba saber sobre eso, quizás solo pregunto por preguntar -lo siento no quiero llenarte la cabeza con historias médicas- se notaba que tenía tiempo si sociabilizar fuera de mi ámbito laboral.
El negó acercándose un poco más a mí -Pregunte porque quería saber no por hacer conversación de la nada- casi habría mi boca formando una “o” -me interesa enserio- por una fracción de segundo me asombro, pero amigo… tener a un playboy que te sigue a diario te pone algo paranoica con el coqueteo.
-¿Seguro?- Asintió sin dejas de mirarme fijamente -¿Te interesan mis historias médicas o yo?- pregunte en voz alta sin pensar, sin apartar mis ojos de él. Me arrepentiría luego, hoy no.
-Directa- me regalo su sonrisa ladeada -las dos cosas, tú y lo que sea que quieres contarme me interesa definitivamente- ¡Rayos!
Y dice que yo soy la directa ¿Después de verme así destruida? Quise preguntar de vuelta pero en cambio dije solo una palabra. -Sincero- eso veía en sus ojos sinceridad.
Nos quedamos mirando fijamente y cuando creí que el diría algo fuimos interrumpidos. Parece chiste ya que nos interrumpan siempre y que aún no sepa ni su nombre.
-Aquí están tus ordenes- no era la dueña, era su socia. La casi psicóloga que me caía tan bien. Me saludo a mi primero y luego al chico a mi lado -hola cielo ¿ya te vas?- le hablo cariñosamente este asintió -¿Sin tus noonas? ¿hyungs?-
No entiendo nada. ¿Era menor que ella? ¿Qué edad tenia? ¿Es legal no?
-Solo, Taeyang hyung debe estar por llegar ¿saldrán esta noche juntos?-
-Espero, a veces suceden cosas ya sabes-
Definitivamente eran muy cercanos porque el nombrado creo que era el novio de ella -Si lo sé, todas las parejas tienen sus necesidades de tiempo juntos. Tu y hyung no son la excepción- el siguió hablando con ella. Me sentí un poco ignorada.
Conclusiones, él era cercano al novio de ella, claro~ como no lo pensé… Como si fuera tan fácil de deducir.
-Tu pronto…-
Mi celular sonó, decía “emergencia” suspire cansada. Aquí vamos de nuevo.
-Muchas gracias por todo, anótalo en mi cuenta. De seguro volveré pronto debo irme rápido. Emergencia- dije entre otros murmullos colocando mi celular en mi bolsillo, no necesitaba contestarlo, solo debía volver rápidamente, tome mi orden para irme rápidamente.
-Espero no verte mañana por acá, manda a alguien más- no la mire, pero podía oír que se notaba preocupada -descansa- -Si yo también lo espero- le regale una leve sonrisa a ambos antes de darle la espalda y salir algo apurada -Adiós-
-¿Por qué le dice eso? ¿La conoce?- escuche la voz de él, pero no me di la vuelta ni nada. Debía correr sin derramar el café o morir atropellada en el intento…
Continuara…
Autora _IsYourGirlAC
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