Autora YASSGY0MIE
Capítulo 2
LEE KNOW POV
Me desperté más temprano de lo que debería porque teníamos que ir a ver a las brujas de BlackPink, solo iríamos algunos de nosotros con Chan y la suerte había decidido que yo fuese uno de ellos.
Me vestí con unos pantalones de chándal rojos y una camiseta blanca, fui a la nevera a por una bolsa de sangre y allí me encontré con Han, que también venía a la casa de las brujas.
-Vamos, llegamos tarde – dijo él cogiendo su bolsa de sangre.
Yo, aún medio dormido, lo acompañé a la puerta, dónde Felix y Chan nos esperaban mientras charlaban.
-¿Y HyunJin? – preguntó Felix mirando la puerta de nuestra vieja mansión.
-Estará tirándose a la bruja – bromeó Han subiéndose en su moto.
Yo sonreí con ironía, tenía razón, pero no pensaba decir nada, todos bromeaban sobre ello, pero no sabían que de verdad HyunJin se acostaba de vez en cuando con una de las brujas, y no con cualquiera, sino con la líder, la más poderosa de ellas.
Siguiendo el olor de su sangre llegamos a la casa de las brujas, nunca había estado,y
pero no me la imaginaba muy diferente, era una especie de roca enorme escondida entre las raíces de un enorme y viejo árbol, que debía tener cuatrocientos años como mínimo.
-Típico de un cuento de hadas – susurré yo caminando hacia la puerta.
Chan picó a la madera vieja y nosotros esperamos detrás de él a que abriesen, quién lo hizo fue JiSoo, con el pelo negro recogido en una larga trenza con flores que usaban para sus trucos raros.
-Pasad – se echó a un lado y nos dejó entrar en su casa.
Yo pasé el último, observándolo todo a mi alrededor, se notaba que tenían más de mil años, había un montón de decoración de distintas épocas, todo era raro, hasta su sangre olía raro.
-Vosotras sí que sois especies en peligro de extinción – dije tocando una figura de gato colgada en la pared.
-No toques – me advirtió Lisa, otra de las brujas.
Puse los ojos en blanco y entré en un enorme salón conectado a la cocina, allí estaban Jennie, la líder y más poderosa, y Rosé, ambas conversando con un café en la mano.
-Coño, pues sí que era grande la piedra – dijo Han riendo y dando una vuelta sobre sí mismo, la roca desde fuera se veía más pequeña.
-¿A que debo la visita? – preguntó Jennie sentándose en un sillón.
-No te hagas la tonta, Jennie, sabes a que se debe la visita – dijo Chan sentándose en el brazo del sillón donde estaba Rosé.
-¿Cazadores? – preguntó.
-JungKook – dijo él y yo me apoyé en una pared con los brazos cruzados, mirando a las brujas.
Hubo un suspiro de Jennie y un largo silencio, yo sabía que Chan no iba a decir una palabra hasta que ella no hablase primero y con él los silencios podían ser eternos.
HyunJin apareció en el comedor con los ojos cerrados, el pelo completamente despeinado, rascándose el pecho y yendo a la nevera, dudo que ni siquiera nos viese. Sacó una bolsa de sangre y se sentó en una silla de madera frente a la mesa a beberla.
Jennie lo miró y simplemente lo ignoró, intentando que ignorásemos que acababa de salir de su habitación.
-Cazadores – dijo Jennie de nuevo.
-¿Cazadores? – preguntó HyunJin abriendo los ojos de golpe – ¿dónde?
-Sigue chupando sangre y cállate, HyunJin – le pidió Jennie y él se lamió los colmillos encogiendo los hombros, me saludó con la cabeza y volvió a lo suyo – Son los hijos de La Cacería – afirmó ella – absolutamente todos ellos, YeJi, RyuJin y YeonJun son los hijos del que fue el líder. YuNa y BeomGyu del segundo al mando, BaekHyun, también muerto. El mando de la nueva generación lo tienen YeJi y BeomGyu. Es todo lo que sabemos hasta ahora – nos explicó.
-¿Y JungKook? – preguntó Chan.
-Nuestro segundo híbrido – contestó Rosé con tranquilidad y limándose las uñas.
-¿Segundo? ¿Es que hicisteis más? – pregunté yo alzando las cejas.
-No, solo hay primero y segundo – nos aseguró JiSoo – y es peligroso, muy peligroso – nos advirtió.
-Justo ayer nos vino a ver – dijo Jennie cruzando los brazos sobre su pecho.
-No me gusta la sangre de A positivo – comentó HyunJin de la nada y luego nos miró – perdón, es que, si no lo decía en alto, explotaba – se justificó él.
-Vino a por la piedra lunar – dijo Jennie – creía que la teníamos nosotras.
-¿Y la teníais? – preguntó Felix de pie a mi lado y de brazos cruzados.
-No, la piedra lunar desapareció hace siglos en este pueblo – dijo Lisa con seguridad.
La piedra lunar era uno de los objetos más preciados y peligrosos del mundo sobrenatural, en noches de luna llena, quién poseyese la piedra era capaz de controlar la transformación de los lobos, incluso de los híbridos, y puede controlar la aparición de las lunas de sangre, la que controlaba a los vampiros, estas lunas aparecían cada 100 años y en esa noche, los vampiros nunca saciábamos nuestra sed de sangre y solo hacíamos que matar y matar.
La piedra lunar siempre había estado en manos de las brujas, los últimos 1000 años, en manos de ellas, pero se perdió, lo que cuenta la historia es que quedó enterrada bajo tierra, desde hacía unos doscientos años nadie sabía nada de esa piedra.
-¿Y qué pasa si la encuentra JungKook? – preguntó Han apoyándose en la mesa dónde comía HyunJin.
-Podrá controlar las fases de la luna llena y la transformación total de los lobos, los cuales solo querrán comer y arrasarán el pueblo sin ningún control sobre sus cuerpos – dijo Jennie levantándose – y además, podrá traer lunas rojas una vez al mes, así que pasará lo mismo con los vampiros – explicó caminando hacia HyunJin – JungKook nunca ha estado ni estará de acuerdo con la convivencia con los humanos, siempre hará lo posible porque lo sobrenatural siempre vaya por encima de lo mundano.
-Hay que pararlo – dijo Chan poniéndose de pie – gracias – dijo mirando a Rosé.
-Os mantendremos informados – dijo Jennie dejando la taza de café en la encimera de la cocina.
-¿A cambio de qué? – preguntó Chan girándose a mirarla.
-Protección, nuestros hechizos son débiles contra los híbridos aún – admitió JiSoo.
-Está bien – Chan asintió una vez con la cabeza – vamos, HyunJin – le dijo él para que viniera con nosotros, pero él no estaba, su mente debía estar en otro lado.
-Vamos, HyunJin – lo agarré de la oreja y lo levanté de la silla para que nos fuéramos – despierta, coño – le dije tirando de él hasta la puerta.
Chan la intentó abrir, pero la puerta estaba bajo sus hechizos.
-Rosé – la llamó Chan en un grito.
La puerta se abrió sola en un chirrido escalofriante, igual de escalofriantes que ellas.
-Que raras son las brujas – dijo Han acorde conmigo – tienen un aura… – chasqueó la lengua y los dedos buscando la palabra adecuada.
-¿Mágica? – rió Felix caminando hacia su moto y encendiéndose un cigarro.
-Tienen una mala aura – dije yo acabando la frase de Han.
-No me gustan, no me fio de ellas – dijo Felix sentado en su moto.
-Yo tampoco, pero tenéis que confiar en mí – dijo Chan quitándole el cigarro a Felix para darle una calada – tened vigilados a los cazadores, yo iré a hablar con Jeno – me chocó la mano para despedirse y asentimos.
HyunJin se metió en el coche y todos los demás en nuestra moto. Condujimos hacia nuestro instituto y de oler tanta sangre humana me entró el hambre, pero debía controlarme, eso me costaba horrores, por suerte estaba con ellos, que me ayudaban a que el vampiro no saliese a la luz, mucho menos ahora que estábamos rodeados de cazadores.
Me acerqué al aparcamiento y frené de golpe en un derrape dónde solía aparcar, casi llevándome por delante a una de las cazadoras, la más guapa de todas a mi parecer, esta se sobresaltó un poco al verme tan cerca con la moto, pero estaba controlado, no pensaba atropellarla, solo darle un susto.
-Buenos días, Lia – dije bajando de la moto y sonriéndole con prepotencia.
-Casi me atropellas, capullo – me dijo ella a la espalda.
-Lo sé, pero no lo he hecho – me giré a mirarla mientras sonreía y encogí los hombros caminando hacia detrás.
Ella sonrió con ironía negando con la cabeza y me volví a girar para caminar con mis amigos dentro del centro.
HYUNJIN POV
Ya llegaba tarde, pero es que no podía salir sin haber cenado y juntarme con doscientos alumnos vivos, me acabaría comiendo alguno en la fiesta de inicio de curso y quería causar una buena impresión a mis compañeros.
Aparqué el coche al lado las motos de mis amigos, salí y me coloqué bien la chaqueta de cuero y el pelo mirándome en la ventanilla.
La música ya se escuchaba desde fuera y había alumnos aún entrando en el enorme patio, donde había mesas con comida y bebida, además de que habían montado un escenario donde dirían los planes y metas estudiantiles que tenía el centro y darían la misma chapa de siempre.
-El rey de la fiesta, ha llegado – dije caminando hacia mis amigos, abrí los brazos y di una vuelta para que me admiraran.
-Patético – rió Felix apoyado en la esquina de la mesa.
-¿Por qué? – pregunté – pero si la camisa me queda de miedo – me la miré y la coloqué bien.
-Sí, un escándalo – Lee Know rodó los ojos y yo me giré para mirar a todos los alumnos, en concreto a los cazadores.
Ellos estaban repartidos por el patio, hablando con otros alumnos y mirándose entre ellos de vez en cuando, se notaba como estaban con todos los sentidos bien alerta, pero sus corazones latían tranquilos y bombeaban sangre con normalidad.
Miré a la chica de tejanos negros y camiseta blanca de cuello alto, estaba igual de guapa que hacía ciento dos años, no la volvía a ver desde que murió en manos de los lobos, pero el pelo rosa le quedaba de miedo y esta vez llevaba un tatuaje en la espalda de un dragón y que se transparentaba por la camiseta blanca.
-Mierda – dijo Han a mi lado y mirando el vaso de ponche que se había servido de la mesa – verbena – lo dejó sobre la mesa y se tocó el pecho.
-¿Han echado verbena a todas las bebidas? – preguntó Lee Know cogiendo un vaso medio lleno de la mesa y oliéndolo – que cabrones – dijo mirando hacia uno de los cazadores.
-Chan ha dicho que ellos llevan collares con verbena – dijo Felix dejando su vaso del que no había bebido en la mesa – es decir, no podemos hipnotizarlos ni acceder a su mente.
-Están dispuestos a jodernos – reí yo sacándome la petaca del bolsillo interior de la chaqueta – vamos, empieza el discurso del director – les hice un gesto con la cabeza para que se moviesen, le di un trago a la petaca y me la volví a guardar.
Caminé hacia el montón de alumnos que se amontonaban frente al escenario y me colé entre la gente, separándome de mis amigos, para ponerme al lado de RyuJin, que jugaba con la cañita de su bebida con distracción.
-Buenas noches – dije yo girando la cabeza para mirarla.
-Hola – dijo ella mirándome de reojo, lo que sí noté fue la mirada del chico de su otro lado puesta en mí.
-Ogh, ¿es tu novio? – le pregunté señalándolo.
-Es mi hermano – contestó ella – ese es mi novio – señaló a un chico a unos metros detrás de mí.
Yo me giré a mirarlo, me analizaba bien con la mirada, otro cazador, lo saludé con la cabeza mientras sonreía y después volví a mirarla a ella.
-Pues que pena – chasqueé la lengua y alcé el mentón para poder ver el escenario.
-¿El qué? – preguntó ella sorbiendo de su vaso.
-Lo del novio.
-¿Por qué?
-Porque se vive mejor soltero, de polvo en polvo – encogí los hombros – podríamos follar, pero como tienes novio… – chasqueé la lengua y ella sonrió con ironía mientras me miraba – ¿ves? Por esa sonrisa tonta se empieza – sonreí como ella.
-No era una sonrisa tonta – me aseguró.
-Ah, ¿no? – alcé las cejas y oí el latido de su corazón acelerase un poco.
Sí, era una sonrisa tonta.
-Era una sonrisa de, este tío es gilipollas y en su casa no lo saben – dijo poniéndose seria de nuevo y reí.
-En mi casa lo saben, pero te dejo pasar esa excusa barata – dije metiéndome las manos en los bolsillos de los tejanos – ¿quién eres? ¿Cómo te llamas?
-Se empieza con una sonrisa tonta y se sigue por el nombre, ¿hace falta que te diga lo que viene después del nombre o pasamos directamente a la acción? – le pregunté sonriendo con picardía.
-Con que contestes a mi pregunta me vale – dijo sonriente.
-HyunJin – contesté – ¿y tú?
-RyuJin – contestó – ¿no bebes nada? – me preguntó mirando mis manos vacías.
-No me van las bebidas de instituto – contesté metiendo la mano en el bolsillo interior de mi chaqueta – yo apunto algo más alto – me saqué la petaca y le di un sorbo – ¿quieres? – la acerqué a su vaso y antes de que contestase, vertí la petaca dejando caer el líquido y mezclarse con su ponche – así se hace más amena la noche, de nada – alcé la petaca para brindar con ella y le di otro sorbo.
Me la volví a guardar y de nuevo puse mis manos en los bolsillos, mirando hacia el escenario y sin decirle nada más, me gustaba como había quedado esa conversación, íbamos por buen camino, lo único que se interponía era que RyuJin era una puñetera cazadora de vampiros, y yo era uno de ellos.
-HyunJin – la voz de Han sonó en mi cabeza, intentaba contactar conmigo telepáticamente – estamos con Lee Know en el vestuario, Lia, una de las cazadoras, se ha cortado con un vaso y al ver su sangre casi se transforma. Necesitamos sangre, no podemos retenerlo – me explicó él.
Yo maldije en todos los idiomas que sabía a Lee Know y a su autocontrol de mierda, siempre salía a la luz cuando no tenía que hacerlo.
Miré a mi otro lado, dónde no estaba RyuJin, y vi a un chico escuchar con atención el discurso del director. Toqué su hombro con mi dedo para llamar su atención y él se giró a mirarme fijamente a los ojos.
Entré en menos de dos segundos en su mente y tuve todo el control sobre él.
-No digas nada, solo acompáñame al baño – dije flojo para que solo él me escuchara.
Asintió con la cabeza y yo pasé el brazo por sus hombros, como si fuera mi amigo, aunque en realidad no me supiera ni su nombre, caminé charlando con él hasta dentro del centro y entré en los vestuarios de chicos, tenían a Lee Know en la zona de las duchas y pude ver como lanzaba a Felix contra la pared.
-Mírame – le pedí a aquel chico y volví a atravesar toda su mente – va a morderte y te vas a dejar, no te resistas, no grites, ni siquiera abras la boca.
El chico volvió a asentir y lo dejé de pie, lo agarré del brazo y lo acerqué a Lee Know, que tenía los colmillos fuera y los ojos inyectados en sangre.
-Come – le dije mordiendo levemente el cuello de aquel chico para que salieran dos gotas de sangre y Lee Know las viera.
Se lanzó contra ese chico y clavó bien los colmillos para empezar a chupar su sangre, yo me aparté para dejarlo solo y me junté con mis dos amigos a mirarlo, menos mal que nosotros nos controlábamos bien.
-Intenta no matarlo – propuso Felix.
-Lo va a matar – dijo Han de un suspiro.
-¿Enserio, Lee Know? – Felix rodó los ojos.
-Ya está muerto – dije yo cuando nuestro amigo dejó caer al suelo el cuerpo sin vida de ese pobre chico.
CHAERYEONG POV
El discurso estaba siendo un coñazo y yo me escapé con HueningKai a por algo de beber a las mesas. Habíamos metido flores de verbena en los ponches y las bebidas, por si había algún vampiro ahí, si bebía un vaso de ponche se caería al suelo, pero por desgracia, ninguno había caído y estaba casi segura de que entre tantos alumnos debía haber alguno.
-Me acabo de comer una puta flor – se quejó Hueningkai haciendo una mueca de asco e intentando sacársela de la boca – que asco – dijo enseñándomela mientras la aguantaba con sus dedos.
-Tira eso – le dije apartando la cabeza para que no la acercase más y él lo tiró al suelo – ¿me pones? – le pregunté acercándole mi vaso.
-¿Qué si te pongo cachonda? – bromeó él metiendo la gran cuchara en el ponche – pues no sé, tía, eso es cosa tuya – encogió los hombros y yo le golpeé el pecho riendo – ¿qué coño le ponen al ponche en este sitio? – dijo él mirando el vaso cuando cayó algo sólido dentro.
-A ver – dije yo cogiendo el vaso con él y cuando miramos el interior, vimos una violeta que brillaba y emitía un extraño brillo – ¿qué es esto?
Metí la mano en el vaso y saqué la pequeña piedra para mirarla bien, ambos nos acercamos un poco más, solo era una piedra, pero no una piedra normal, porque esas no brillaban.
-¿Esto está en el libro de nuestros padres? – preguntó Hueningkai arrebatándomela de las manos.
Yo miré a mi alrededor y me percaté de la mirada intensa y acusadora de una chica hacia nosotros, como si quisiese lo que teníamos entre las manos, no la había visto nunca, o almenos no en el instituto.
-Hueningkai, vamos dentro – le dije poniendo la mano en su espalda y empujándolo dentro del centro.
-Tócala bien, ChaerYeong – me dijo cuando estuvimos en uno de los pasillos repletos de taquillas, me lo puso en las manos y me obligó a cerrarlas alrededor de la piedra – está caliente muy en el interior.
-¿Qué crees que es? – le pregunté frunciendo el ceño.
-No lo… – no acabó de hablar porque oímos un fuerte ruido en los vestuarios de ese mismo pasillo – vamos – me agarró de la muñeca y tiró de mí.
Yo lo seguí, solo había sido un golpe fuerte, luego no se escuchó nada más, pero fue demasiado estruendoso y teniendo en cuenta el lugar dónde estábamos, podría esperarme cualquier cosa.
Caminamos hasta la puerta y la abrimos con cuidado, se oía el agua de la ducha, pero nada más. Yo miré a HueningKai, que se tocó la cintura asegurándose de que iba armado y seguía caminando hacia las duchas.
Nos asomamos de golpe, los dos alerta y preparados por si debíamos sacar nuestras armas, pero solo encontramos a tres chicos alrededor de otro, sentado en el suelo y con el agua cayendo en su espalda, estaba todo mojado, la ropa se pegaba a su cuerpo y tenía la cabeza agachada.
-Perdona, bonita – me dijo uno de los chicos que estaban de pie, el más alto – este es el vestuario de tíos.
-Creí que pasaba algo, se ha escuchado un golpe – dije escondiéndome la piedra en el bolsillo trasero del pantalón.
-¿Está bien? – preguntó Hueningkai señalando al chico del suelo.
-De puta madre, gracias por preguntar – Felix bromeó giñándome un ojo – acaba de tener un ataque de ansiedad y cuando eso pasa, se pone agresivo – nos explicó.
-Está bien – nos aseguró el tercero de ellos.
-¿Seguro? – fruncí el ceño mirando al chico del suelo.
-Seguro – contestó él levantando la cabeza y mirándome.
-¿Necesitáis ayuda? – preguntó Hueningkai.
-Sí – dijo el primero sacándose la petaca del bolsillo – ponche, por favor – se la lanzó a Hueningkai y él la cogió al aire para luego mirarlo alzando las cejas – es para él, para que beba algo.
-Vamos – le dije a HueningKai para que los dejásemos en paz.
Salimos del vestuario y él enseguida tiró la petaca en una papelera del pasillo, yo lo miré sorprendida.
-No le voy a llenar la petaca a ese gilipollas – dijo señalando el vestuario – no me ha gustado su tonito – dijo serio y yo reí.
La verdad es que sí, le había pedido ponche para que nos marchásemos de allí en cuanto antes, así que solo ignoramos a esos tres con el amigo y los problemas de ansiedad e ira.
Volvimos a la celebración y estuvimos media hora más, porque poco nos importaba esa mierda, habíamos ido por ir, por no perdernos detalle de lo que pasase en el pueblo, por tenerlo todo controlado, pero no pasaba absolutamente nada, solo había una chica que no me quitaba el ojo de encima, igual que yo no perdía de vista la piedra porque estaba segura de que era lo que quería.
Cuando caminé hacia mi moto e intenté arrancarla, esta falló y por mucho que lo intenté, no hacía más que malos ruidos.
-No va a arrancar – dijo una voz detrás de mí, yo me giré a mirar quién era y vi a uno de los chicos del vestuario subido a su moto – tienes que llamar a un mecánico, es pasada media noche y están cerrados – dijo acercándose a mi en la moto – te has quedado tirada.
-Puedo ir andando – le aseguré bajando de la moto.
-¿A estas horas? Te pueden atacar vampiros, hombres lobo y criaturas de la noche – bromeó sonriente y yo me fijé en su sonrisa, me gustaba, era bonita y acogedora.
-No creo en esas cosas – mentí.
-Pues yo sí – encogió los hombros – sube, anda, que te llevo a casa – dijo él haciéndome un gesto con la cabeza para que me subiese detrás suyo.
-No hace falta, vivo cerca – volví a mentir.
-¿He pronunciado mal? – frunció el ceño – no recuerdo haberte hecho una pregunta – dio una vuelta con la moto a mi alrededor – sube, ayer cayó un tío del cielo con mordiscos cuando estábamos en clase. Así que sube, no vas a ir sola – repitió.
-Vivo al final del pueblo – le dije señalando la dirección.
-Pues eso no es cerca, listilla – rió él – sube – volvió a decir.
Yo sonreí un poco y miré sus ojos, parecía un buen chico, aunque no me fiaba del todo, pero tenía razón, estaba tirada de noche en un pueblo de vampiros.
Me monté detrás de aquel chico del cual no sabía más que tenía un amigo con problemas y que iba a mi clase.
Puse las manos en su cintura y él arrancó enseguida, conducía suave, con seguridad, se conocía bien todas las calles del pueblo y me llevó a mi casa en menos de quince minutos, paró la moto al lado de la de mis amigos, las luces de la casa estaban encendidas.
-Final del trayecto – dijo él con una sonrisa en los labios.
-Gracias – dije yo bajando de la moto.
-De nada, un honor hacerte de taxi – bromeó – soy Han, por cierto.
-ChaerYeong – me presenté yo.
-Si quieres mañana te paso a buscar para llevarte a clase – bromeó – que te he visto muy cómoda detrás – se mofó él haciendo referencia a que al final, había acabado con la cabeza en su espalda.
-No, no hace falta, Han – sonreí – tengo amigos de sobras que me llevarán – caminé hacia detrás para alejarme de él e ir a la puerta de mi casa – pero nos vemos en clase.
-Claro, guárdame un sitio a tu lado – me guiñó el ojo y volví a sonreír antes de darme la vuelta y abrir la puerta de casa.
Él se marchó antes de que la cerrase de nuevo y vi como se iba hasta desaparecer de mi vista.
Cerré la puerta y me saqué la piedra del bolsillo, caminé hacia el salón, donde sabía que estaban todos y me dirigí a los dos líderes, YeJi estaba tumbada mirando su móvil con la cabeza apoyada en las piernas de BeomGyu, que justo recibía un cojinazo en la cara por parte de YuNa.
-¿Qué es esto? – pregunté enseñándoles la piedra.
Ellos la miraron y abrieron los ojos como platos, BeomGyu me la arrebató de las manos y la miró más de cerca con YeJi.
-La piedra lunar – dijo ella mirando a BeomGyu.
Continuara…
Autora YASSGY0MIE
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