Fanfic: You Never Walk Alone, BTS capitulo 26

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Fanfic: You Never Walk Alone, BTS capitulo 26

Autora: Yalimar Yanez / nessieyalimar21 Capitulo 26 Había un grupo que me gustaba mucho por sus canciones dulces y tiernas, se llamaba Bolbbalgan4, los […]

Fanfic: You Never Walk Alone, BTS

Fanfic: You Never Walk Alone, BTS Fanfic: You Never Walk Alone, BTS

Autora: Yalimar Yanez / nessieyalimar21

Capitulo 26

Había un grupo que me gustaba mucho por sus canciones dulces y tiernas, se llamaba Bolbbalgan4, los chicos también se podrían decir que eran fanáticos de ellas. Es que realmente cantaban muy bien, por eso, decidí escoger Galaxy ya que de alguna forma me recordaba a los chicos, me parecía que era una bonita forma de decirles que daría cualquier cosa por ellos, los protegería de cualquiera y que siempre estaré acompañándolos día o noche. Hobi y Kookie estaban realmente emocionados por mi elección, comenzando por el maknae que anteriormente había cantado un poco de esa canción en un directo con las fans, por esa misma razón estábamos en el estudio de grabación. Corrección: Estaba con siete chicos en ese estudio.

YoonGi estaba con su típico humor, pero siempre que podía lo abrazaba sonriéndole ampliamente logrando sacarle sólo una pequeña sonrisa. Escuché atentamente las indicaciones de RM cuando tenía unos audífonos más grandes que los que había usado con Kookie y un micrófono mucho mejor. Me apresuré a buscar la letra de la canción en el celular para ir acorde con el ritmo, mis mejillas ardieron cuando del otro lado de la ventana había siete chicos esperando ansiosos, RM junto a Hobi verificaban todo en las pantallas, casi reí cuando Tae hizo un corazón con sus brazos, Jin arrojó uno de sus besos y Kookie le siguió el juego a V, ah, estos chicos siempre me sacan una sonrisa.

La música comenzó a escucharse en los audífonos, miré la letra en mi celular iniciando el canto. Cuando me sentía más segura cerraba mis ojos por unos minutos sabiendo la mayoría de las partes de memoria, en aquella canción había un corto pedazo similar a un rap, esperaba que se escuchara bien, tan bien como el anterior, había leído los comentarios con Kookie y muchas ARMYS estaban emocionadas con la idea de que Min Yun, la hermanita menor de Min YoonGi, de Agust D, de Suga, cantara. Una extraña calidez me recorrió entera cuando muchas decían que tenía una dulce voz.

Estuvimos unas horas acomodando los acordes, agregando esto o aquello, pero el resultado final me encantó. Sonreí sin evitarlo al escuchar mi voz en el estudio acompañado de la música, los chicos hicieron un alboroto por mi intento de rap. Con mis ojos cerrados sonreí ante lo que estaba haciendo, moví mi cabeza al ritmo de la música, si le hubieran dicho a la Yun de antes que estaría cantando ahora obviamente no lo creería. Eso sólo me lleva a algo, ¿Tanto se puede cambiar en dos meses? ¿Es enserio?

— ¿Qué te pareció? —pregunté a mi hermano cuando finalmente estuvimos solos en aquel estudio, los chicos habían ido juntos a comprar algo para comer. Estaba sentado junto a él, echaba un ojo a los botones que tenía en frente tocando algunos, YoonGi lucía distraído— ¿YoonGi?

— Lamento decirte que el mejor rapero en Seúl y en Daegu y en todo el país, soy yo.

Reí por esa forma de decirlo. Empujé suavemente su brazo causando una pequeña sonrisa en él.

— Ah, no intento quitarte tu puesto, eres muy bueno en ello—recosté mi cabeza en su hombro abrazando su brazo— ¿Enserio crees que lo hice bien?

— Más que bien—admitió besando mi frente—Estoy orgulloso de ti, Yun.

Sentí un nudo en la garganta ante eso. No me acostumbraba a escucharlo y mucho menos de él, YoonGi nunca había sido tan afectuoso, pero no era malo, él nunca había sido tan expresivo, pero no significaba que no sintiera, él sólo era así y pocos lo entendían realmente.

— Hobi dice que crees que soy buena.

— No me sorprende, él es tan…

— No te enojes con él, no lo dijo para que te enojaras—defendí— ¿Sigue preocupándote el tema?

La sonrisa lentamente fue borrándose de sus labios, respiró profundo como si intentara relajarse o armarse de valor, pero se notaba lo tenso que estaba. Me separé un poco tomando su mano, acaricié el dorso de ella mirándolas, un recuerdo vino a mi cabeza.

Uno donde él tenía diez años y yo cinco años.

— ¡No quiero dormir! ¡Hay un monstruo debajo de mi cama! No me dejes sola, oppa—extendí mis brazos a él. YoonGi respiró profundo rodando sus ojos, tenía a Kumamon debajo de su brazo, subió a la cama acompañándome, se acomodó entre las sábanas colocando su peluche en medio— ¿Kumamon no les teme a los monstruos, oppa?

— No, él no le teme a nada.

— ¿Así como tú? —sonreí. YoonGi tenía su cabello azabache despeinado, las luces de la habitación estaban apagadas, bueno, sólo la de la mesa de noche estaba encendida. Su habitación quedaba frente a la mía, pero la de nuestros padres estaban al final del pasillo y me aterraba eso, no podía correr a ellos porque ese pasillo se volvía aterrador para mí.

— ¿Crees que soy un robot acaso? ¡Claro que tengo miedo! Sólo soy valiente así que los enfrento—sonrió orgulloso.

— Wow, tengo suerte de tener un hermanito como tú—lo abracé con cuidado por Kumamon. YoonGi era muy cuidadoso con él—Ah, YoonGi, no me gusta ser tan pequeña.

— ¿Por qué?

— No puedo ser valiente como tú.

— Eso no tiene nada que ver, Yun—pellizcó mi mejilla haciéndome sonreír de lado—A mí me gusta que seas pequeña, ¿Sabes por qué? —negué con la cabeza—Porque las niñas pequeñas pueden esconderse en cualquier lado, incluso de los monstruos y si te escondes, no podrán verte.

— ¿Y los niños grandes?

— Nosotros nos enfrentamos a ellos para salvarlas—susurró.

— Pero oppa, ¿Y si sales herido?

— ¡Ah! Yun, ¡No seas pesimista! Soy Min YoonGi, nunca salgo herido.

— Papá dice que para todo hay una primera vez, ¿Y si sales herido por primera vez?

Rodeó los ojos llevando su mano a su frente claramente acabado con esa conversación. Mordió su labio pensativo, algo se le había ocurrido.

— Dame tu mano—miré como colocaba la suya en alto, apoyé la mía en ella viendo claramente la diferencia de tamaño—Dime que ves.

— Que soy pequeña.

— Yun—reprochó aburrido.

— Mmm…—arrugué mi nariz intentando adivinar. Las manos de YoonGi eran grandes, pero no como las de papá, las suyas seguían siendo bonitas, eran blancas, tanto como la nieve—Mi piel no es tan pálida como la tuya, YoonGi.

— ¿Qué más?

— Bueno, me gustan tus dedos, son largos.

— ¿Qué más?

— No sé.

— Sólo te fijas en mí, pero no ves que tu manita es muy tierna y bonita, mira esos hoyuelos que se forman en tus deditos—señaló. Oculté mi rostro sonrojada y avergonzada, YoonGi rió cuando me aferré a él, volvió a tomar mi mano haciéndome mirar—Nunca tuve eso en mis manos—me acercó a él sentándome en sus piernas, tal como el abuelo hacía con nosotros para contar sus historias—Tus manitas son pequeñas pero lindas, eso es lo bueno de ser pequeño, Yun, eres linda y tierna, eso hace que todos te quieran.

— Yo te quiero, YoonGi—lo abracé acurrucándome en su regazo—No me importa como seas te quiero mucho.

— Y yo igual, incluso siendo pequeña por fuera eres grande por dentro, tienes mucha creatividad e imaginación, eres una niña muy inteligente…

— Pero me asusto mucho, en la escuela dicen que soy una llorona.

YoonGi me rodeó con sus brazos claramente molesto. Sabía que era capaz de detener a esos tontos niños para defenderme.

— Nunca dejes que nadie te pisotee, nunca permitas que te limiten, sé que serás capaz de muchas cosas, Yun—besó mi frente— ¿Quieres que te diga un secreto?

— Si.

— Incluso los niños grandes como yo también nos asustamos mucho—susurró—Incluso mamá y papá se asustan, no importa el tamaño, todos sentimos lo mismo.

— Tu mano sigue siendo pequeña—sonrió divertido devolviéndome a la realidad.

— ¿Sigue pareciéndote bonita?

— Siempre me ha parecido bonita—de nuevo borró la sonrisa. Lo abracé fuertemente escondiendo mi rostro en su cuello—No quiero perderte, Yun—confesó de repente—No quiero tener en mente que en un momento puedo perderte, no quiero fallar.

— No le fallarás a nadie.

— Claro que sí, siempre he prometido cuidarte y…

— Min YoonGi, has sido el mejor hermano que se puede tener—acaricié su espalda sintiendo sus brazos tensarse a mi alrededor—Siempre estaré contigo pase lo que pase, ¿Ahora quién es el pesimista?

— Siempre lo he sido, pero tú no, mereces vivir bien.

— Y tú mereces dejar de torturarte, todo estará bien, confía en mí—besé su mejilla acomodando su gorro. Suspiró sonriendo de lado depositando un dulce beso en mi frente.

Continuara…

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