Autora: Yalimar Yanez / nessieyalimar21
Capitulo 29
La agencia estaba preocupada por Yun y preocupada por nosotros. Sabían que no teníamos cabeza para nada, era más que claro, ninguno de los chicos quería alejarse de Yun, por primera vez creo que los entendía porque yo tampoco quería que ellos se separaran de ella.
Los miré dormir a cada uno de ellos encontrando a Jimin en la cama junto a mi hermana, respiré profundo negando con la cabeza, no entendía esa relación entre ellos, pero, aunque me gustaría intervenir no podía, Jimin realmente quería a Yun, después de todo lo que le he dicho él sigue allí a su lado. Al menos tiene el valor de llevarme la contraria, igual como ella. Rodeé los ojos acercándome a ellos, ambos respiraban al mismo ritmo lento y suave, como si sus latidos estuvieran unidos en uno solo.
— No creo que lo logre, YoonGi—dijo el doctor cuando me alejó del resto para hablarme sobre su estado-La infección tiene días allí y mucho ha hecho su cuerpo soportándolo como si nada. ¿Días? ¿Eso era posible? Yo era el primero en estar al día con sus citas, sus exámenes, su tratamiento… ¿Qué pasé por alto?
— Debe haber un error, de tener días ya lo habría sabido…
— Puede que los exámenes no hayan mostrado alteraciones, algunas veces los resultados se equivocan—explica con voz neutra—Su hermana necesita de oxígeno para poder respirar, sus pulmones han aguantado por mucho tiempo, el tratamiento tal vez haya contenido todo eso…
—Doctor—lo interrumpí. No me estaba gustando las vueltas que daba, quería saber lo importante— ¿Mi hermana sobrevivirá a ello? ¿Hay alguna forma de curar la infección?
— Todo depende si pasa esta noche o no.
Acaricié el cabello corto de Yun sintiendo un nudo en la garganta al recordar sus palabras, ella estaba segura de que podría resistir. Una parte de mí sólo deseaba que mis padres llegaran a tiempo, Yun siempre ha creído que soy valiente al no ser tan expresivo incluso cuando tengo miedo, pero se equivoca, soy cobarde al creer que callándolo será mejor. Miré el aparato que indicaba los latidos de su corazón, mientras eso siguiera dando señales de vida todo estaría bien.
“Ella es fuerte, ella saldrá de esto. Yun siempre ha sido más fuerte y valiente que yo”
Al no haber más asientos disponibles me acerqué a una esquina de la habitación tomando asiento en el suelo. Escondí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta mirando la cama donde ella descansaba, ¿Por qué ella? ¿Por qué esta enfermedad? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no yo? ¿Por qué tenía que ser mi hermana? Contuve las lágrimas cerrando los ojos, recosté mi cabeza de la pared suspirando.
— ¡YoonGi! —una niña de seis años saltó a mi espalda abrazando mi cuello con sus delgados brazos, sonreí de lado sosteniéndola— ¡Aquí estás! ¿Tenías mucho rato esperándome?
— Más o menos, ¿Por qué tardaste en salir de clase? —quise saber mientras caminaba con ella sobre mí. El día era soleado, cuando mamá se aseguró que podía llegar a casa sin problema decidió que no era necesario esperar el bus de la escuela.
— Estaba hablando con un amigo.
Arrugué la nariz haciendo una mueca de disgusto.
— ¿Qué amigo? ¡Me dejas plantado por estar hablando con otro niño!
— No estés celoso, tú eres mi favorito—besó mi mejilla. Intenté no sonreír—Sólo lo ayudaba con un dibujo.
— Yun.
— ¿Sí?
—Prométeme que nunca me dejarás por otro niño.
— Ah, oppa, nunca te dejaré, ¿Crees que puedes librarte de mí? —se echó a reír abrazándome más fuerte.
Y antes de quedarme dormido sentí algo deslizarse por mi mejilla.
— YoonGi—escuché que decían—YoonGi, despierta-sacudieron mi hombro. A regañadientes abrí mis ojos encontrando a Nam, gruñí dispuesto a insultarlo por despertarme, pero cuando escuché a Jimin sollozando me preocupé.
— ¿Yun? Yun, despierta por favor.
Me levanté de inmediato casi corriendo a la cama, miré aquel aparato que anoche indicaba los latidos de su corazón, ahora estaba en una línea recta y el sonido era irritante. Los nervios y el pánico se aferraron a mí, cargué a Yun entre mis brazos, escuché a Jin avisar a las enfermeras junto a Kookie. Di suave palmaditas a su mejilla sintiendo las lágrimas asomarse.
— ¡Yun! Despierta—supliqué. Era más que obvio que mis intentos serían inútiles, Jimin estaba sollozando, Tae intentaba calmar a Hobi y yo estaba perdiendo el control—No, no, no—la abracé fuertemente como si eso funcionara—Prometiste no dejarme, por favor despierta, Yun no me dejes ahora.
— YoonGi—escuché a Nam cuando las enfermeras entraron a la habitación. Negué con la cabeza rehusándome a soltarla, entre él y Jin me sacaron a rastras de ahí.
Jimin se había despertado esa mañana escuchando algo raro, el aparato de su corazón no sonaba como ayer, él se percató del porqué. Yun estaba algo fría y muy tranquila, demasiado tranquila, cuando comenzó a llamarla no despertaba, fue ahí que Nam me llamó preocupado, los demás se habían despertado con el alboroto. En la sala de espera sólo me sentía más ansioso, caminaba de un lado a otro mordiendo mis uñas y unas horas después, exactamente a las diez de la mañana Min Yun falleció.
Las lágrimas no se hicieron de esperar, la noticia me dejó helado por un instante, el doctor colocó su mano en mi hombro dándome su más sentido pésame, mi respiración se volvió pesada, mis piernas temblaron perdiendo fuerza, caí al suelo de rodillas mirando a la nada. ¿Había escuchado bien? Una fuerza invisible oprimía mi pecho volviéndome más complicado el respirar, ¿Él dijo lo que escuché? ¿Yun…? Yun, mi hermanita…No, ella no puede estar muerta porque ella prometió estar bien, ella dijo que todo estaría bien, ella…
Levanté la mirada observando a los chicos, Hobi sollozaba en brazos de Tae, ellos dos estaban abrazados, Nam contenía las lágrimas acariciando la espalda de Kookie que estaba llorando, Jimin estaba sentado con sus manos en su cabeza entre lágrimas y Jin…oh, no, viene hacia acá, no, por favor.
— YoonGi…—se agachó a mi lado.
— Ella estará bien, dijo que estaría bien, ella…—mi voz flaqueó. Cubrí mi boca con mi mano dejando salir las lágrimas, el chico me rodeó con sus brazos acompañándome con el dolor—Ella estará bien, hyung.
— YoonGi…
— Mi hermana…—jadeé llevando mis manos al pecho sintiendo un dolor inexplicable. Como si algo estuviera lastimándome dentro—Oh, Dios, ella no podía morir, dijo que no lo haría, Jin hyung yo…
— Nada de esto es tu culpa—susurró con voz triste—Yun no quería que te echaras la culpa.
— Mis padres…
— Les daremos la noticia cuando lleguen—me aferró a él. Volví a sollozar sin evitarlo—Lo siento mucho, YoonGi.
—Era mi hermana, hyung, ella prometió…—no podía hablar siquiera sin llorar. Cerré con fuerza mis ojos sin tener fuerzas para levantarme del suelo.
— ¿Qué te pareció? —preguntó cuándo estuvimos solos en el estudio. Miraba los botones como si fueran lo más importante del mundo— ¿YoonGi?
— Lamento decirte que el mejor rapero en Seúl y en Daegu y en todo el país, soy yo—bromeé. La escuché reír tan dulce como cuando era niña, empujó mi brazo y sonreí un poco prefiriendo escucharla así que quejándose de dolor.
— Ah, no intento quitarte tu puesto, eres muy bueno en ello—dice recostando su cabeza en mi hombro abrazando mi brazo— ¿Enserio crees que lo hice bien?
— Más que bien—respondí siendo honesto. Besé su frente suspirando—Estoy orgulloso de ti, Yun.
— YoonGi…
— ¡Cinco años para tu graduación!
—YoonGi…
— Escuchaba a mamá decir que estabas pensando en tu vestido porque te emocionaba la idea—dije sin dejarle tiempo para hablar. La miré de nuevo estando molesto y decepcionado— ¡¿Sabes el daño que te haces a ti misma y a ellos?! ¡Para colmo tienen que vivir con una hija enferma que no sabemos si se curará?!
Mi enojo se esfumó cuando la vi llorar, Yun de por sí estaba decepcionada de sí misma y yo estaba siendo duro con ella. Respiré profundo porque la que menos culpa tenía en esto era ella misma, no dudé en abrazarla pidiéndole disculpas.
— Chicos…ella es Min Yun—presenté sosteniendo el celular para que pudieran vernos por la video llamada.
— Su hermana favorita—dice despeinándome. Escuché las risas de los demás.
— Tienen un poco de parecido, Suga—comentó RM.
— ¿Tienes su carácter también, Yun? —preguntó burlonamente Jimin.
— Algunas veces—admitió.
— Cielo, prométeme que cuidarás de tu hermana—escuché a mamá. Estábamos en el aeropuerto a minutos de irnos.
— Lo prometo—la abracé suspirando—Yun estará en buenas manos, confía en mí.
— Confío en ti.
Tenía cinco años cuando entré a la habitación del hospital donde mamá se encontraba, papá iba tomando mi mano, sonreí de ver a mi madre sin quejas de dolor o jadeos que le complicaran respirar. En sus brazos había un bulto pequeño envuelto en una manta rosada, papá me cargó sentándome en la cama.
— ¿Te sientes bien, mami? —pregunté preocupándome por ella primero.
— Ya estoy mejor, cielo—sonrió dulcemente acariciando mi cabello—Tengo a alguien que quiere conocerte, ¿Quieres ver a tu hermana, YoonGi?
— Si—me mostré ansioso sin evitarlo. Quería ver cómo se veía esa pequeña personita que estuvo en su vientre tanto tiempo, papá colocó el pequeño bulto en mis brazos estando atento de cualquier mal movimiento. Con mis brazos intenté sostenerla correctamente y lo primero que vi fueron unos ojos oscuros mirarme con atención, mis mejillas ardieron por la intensidad con la que me veía, casi me hace sentir intimidado.
— YoonGi, ella es Min Yun, tu hermana menor—escuché a papá.
— Es bonita—los adultos rieron ante eso. La bebé hizo una débil mueca parecida a una sonrisa— ¡Acaba de sonreírme!
— Es porque sabe quién eres, ¿Recuerdas cuando le hablabas en mi barriga todavía? —mamá acarició mi cabello y asentí mirándola—Los bebés pueden escuchar también, YoonGi, Yun sabe quién eres.
— Oh—la miré de nuevo—Hola, Yun, soy YoonGi—me presenté—Soy tu hermano mayor, de ahora en adelante prometo cuidarte siempre.
Continuara…
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