Autora: Yalimar Yanez / nessieyalimar21
Epilogo
Las Armys pasaban con fotos, álbumes, regalos y más para nosotros. Se veían eufóricas, emocionadas, ansiosas y repletas de alegría. Me hubiese gustado poder compartir su emoción, pero todavía necesitaba tiempo para volver a lo de antes, los chicos conversaban con ellas algunas dudas o preguntas ya sea del disco, las grabaciones o nuestras escenas favoritas. A mi derecha estaba Jimin, era el último de la esquina y RM de la otra esquina, me limitaba a sonreír un poco a las chicas que pasaban, dejé autógrafos, recibí regalos, pero nada me llenaba del todo. Suspiraba pensativo, bebía agua cuando sentía mi garganta reseca, revisé mi celular en cortos momentos sin tener mensajes, mis padres también necesitaban tiempo al igual que yo.
Algo tocó mi pierna izquierda, fruncí el ceño mirando debajo de la mesa moviendo un poco la tela que cubría toda ella, levanté mis cejas al encontrar una niña de quizás seis años, su cabello era negro azabache, sus ojos oscuros se posaron en mí, sonrió de una forma que me llevó a hace varios años atrás, ese donde acurrucaba a una pequeña en mis brazos mientras prometía protegerla de los monstruos. Su cabello era corto hasta los hombros, miré alrededor notando que todos estaban en su mundo. ¿Acaso no había seguridad en este lugar?
— Hola—susurré intentando no asustarla— ¿Qué haces allí?
— ¡Oh, Dios! —Jimin lo notó y no ocultó su asombro. Sonrió divertido extendiéndole su mano a la niña, ésta la aceptó y salió de su escondite quedando en medio de ambos. Aquella niña lucía tan frágil y tierna que fue imposible no recordar a mi hermana— ¿De quién te escondías, pequeña?
— De mi hermana.
— ¿Crees que es bueno darle sustos a tu hermana? —acusé. La pequeña se rio negando con la cabeza.
— ¿Ves a tu hermana…? —Jimin hizo una pausa. Algunas ARMYS se percataban de lo que sucedía y ya veía varios celulares apuntándonos.
— ¡Jimin acaba de robarse una niña! —escuché decir a Hobi en forma de broma. Las chicas rieron muriendo de ternura, ahora la pequeña era el centro de atención. Una vez Yun y yo jugábamos a las escondidas, ella se había escondido dentro de la lavadora de mamá, me había asustado al no conseguirla y casi lloro por perderla, acabé molesto con ella por asustarme así y mamá le reprochó por esconderse allí.
— ¡Es muy linda! —alagó Tae.
— ¡Oye! —una voz vino de la multitud. Una chica vino corriendo asustada y aliviada— ¡¿Cómo llegaste allí?!
— ¡Gané el juego, hermanita!
— ¿Eres su hermana? —miré a la chica con diversión.
— Sí, perdón, la perdí de vista en segundos, ella es muy…rápida.
— ¿Cuál es tu nombre, cielo? —preguntó Jimin colocándole el micrófono.
— Shin Yun—sonrió orgullosa. Sentí seis pares de ojos caer sobre mí, bueno, el público no se quedaba atrás.
— Te llamas como mi hermana, Yun—comenté llamando su atención. La niña se sorprendió, noté un tono rosa en sus mejillas.
— Es muy linda entonces—comentó y todos los presentes rieron. Su hermana la llamó, pero la niña no se alejaba de mí—Usted es lindo, oppa, aunque mi hermana dice que Jimin oppa lo es, yo creo que usted es lindo, ¿Puedo abrazarlo?
Sonreí sin evitarlo avergonzado por el momento, ¿Esto era una broma del destino? ¿O quizás una forma de Yun jugar conmigo sin que lo sepa? Sea como sea…esa niña me recuerda mucho a ella y su hermana tiene suerte de tenerla. Asentí haciendo mi silla para atrás, me abrazó con sus pequeños brazos recostando su cabeza en mi pecho, la rodeé con mis brazos escuchando a todos morir de ternura, cerré mis ojos unos minutos sonriendo para mis adentros recordando sin evitarlo a una chica exactamente igual de curiosa, honesta y tierna que esa niña, una chica que por casualidad también se llamaba Yun.
Cuando el abrazo fue rompiéndose, tomé sus pequeñas manos mirándola con mucha atención, sus mejillas estaban rojas y su sonrisa no desaparecía. Esa niña estaba llena de vida e inocencia, tal como mi hermana lo estaba antes.
— Yun, ¿Quieres mucho a tu hermana?
— La amo, sí—asintió sin dudarlo. La chica sonrió avergonzada.
— ¿Peleas mucho con ella?
— Sí, es muy mandona.
— ¿Enserio? —sonreí de lado—Bueno, déjame decirte algo, mi hermana se llamaba como tú, ella era exactamente similar a ti cuando niña, hace poco falleció por una enfermedad, ahora que no está conmigo la extraño un montón, ¿Te imaginas si tu hermana ya no está contigo un día? —noté su mirada cambiar a una de terror— ¿Es horrible, no? Quiero que vayas donde ella y la abraces fuerte, si ella te dice que no te muevas, no te moverás, si es muy mandona la obedecerás porque eso hacemos los hermanos mayores, protegemos a nuestros hermanitos y somos muy mandones por su bien.
— De acuerdo, oppa.
— Ve con ella.
La niña fue corriendo donde su hermana y ella la cargó ganándose un abrazo y un beso en la mejilla de su parte. Sonreí como el resto mirándolas alejarse, por un momento sentí que hice algo bien. El evento continuó con normalidad, pero no quitaba mis ojos de esa niña, sonreí para mis adentros imaginando a Yun junto a mí diciéndome un…
— Min YoonGi fue tierno por un momento, estoy orgullosa de ti hermanito.
-FIN-
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