Fanfic: HUNTERS (Stray Kids e ITZY) Capítulo 20

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Fanfic: HUNTERS (Stray Kids e ITZY) Capítulo 20

Autora YASSGY0MIE LEE KNOW POV Cuando me desperté HyunJin estaba metido en mi cama y abrazándome con fuerza mientras dormía profundamente, […]

Fanfic: HUNTERS (Stray Kids e ITZY) Prologo

Autora YASSGY0MIE

LEE KNOW POV

Cuando me desperté HyunJin estaba metido en mi cama y abrazándome con fuerza mientras dormía profundamente, sentía su respiración en mi oído y sus dedos apretándose en mi abdomen con fuerza.

-HyunJin – dije alto para que se despertase.

-Un ratito más, RyuJin – dijo él con voz ronca de dormido – solo cinco minutos – me abrazó con más fuerza.

-HyunJin – reí – soy Lee Know, no te vayas a confundir y trauma para toda la vida – exageré.

-Joder, cariño, que brusco eres para levantarte, coño – se quejó él soltándome y yo pude sentarme en la cama.

Lo miré todo a mi alrededor, estaba en mi habitación, no recordaba nada después de entrar en la habitación donde estaba Lia, pero me dolía horrores la cabeza.

-HyunJin – moví a mi amigo, que seguía durmiendo – ¿Qué ha pasado?

-Lia te mató, Lisa te revivió, SuHo intentó matar a Lia y ChaerYeong, Lia se desmayó, HyunJin ha venido contigo esta noche a cuidarte – explicó él – lo sé, tienes el mejor amigo del mundo.

-¿Lia se desmayó? – le pregunté yo destapándome las piernas.

-Sí, pero del chill, tío, está bien, pinkie promise – me dijo besándose los dedos.

-¿Dónde está? – le pregunté levantándome de la cama.

-Durmiendo en la habitación de YuNa – dijo él en un bostezo.

-Voy con ella – dije caminando hacia la puerta.

HyunJin dijo algo que no entendí porque estaba con la cara hundida en la almohada y yo salí de la habitación para ir a la que dormía YuNa y donde supuestamente estaba Lia.

-Hola – me saludó Kai saliendo de esa habitación – a ver si la consigues despertar tú, chaval – me dio un par de palmaditas en la espalda y se fue por el pasillo.

Yo sonreí, era el suegro más enrollado que me había tenido nunca, me caía genial, era de esas personas con las que me sentaría a cenar tranquilamente.

Acabé entrando en la habitación y miré a Lia tumbada en la cama con las sábanas revueltas y el pelo negro despeinado, pero aun así estaba guapísima.

 -Mi vida entera – grité hincando una rodilla en el colchón – despiértate – me incliné hacia delante y apoyé las manos a ambos lados de su cabeza, en la almohada – tía, joder – la removí.

Ella abrió los ojos y cuando me vio, los acabó de abrir completamente y sonrió.

-Estás bien – afirmó agarrándome las mejillas.

-Sí, tía, fresco como una flor – bromeé – Lisa, la loca esa hace maravillas con los muertos – reí un poco.

-Menos mal que estás bien – rodeó con sus brazos mi cuello y me apretó con fuerza.

-Ya, tía, no sé qué habrías hecho sin mí – bromeé besando su cabeza – ¿quieres que prepare un baño para los dos y solucionamos esto de que me mataste?

-No me lo recuerdes – me dio un golpe en el hombro y me lo sobé.

-Encima me pegas – me puse recto – yo no sé qué he hecho para merecer este desprecio.

Ella rió a mi espalda cuando entré en el lavabo de la habitación y abrí el grifo de la bañera para que esta se empezase a llenar mientras ella se acababa de levantar, que le costaba lo suyo a veces.

Me quité la ropa y me metí en la bañera llena de agua y espuma mientras ella venía también y se colocaba entre mis piernas, con la espalda apoyada en mi pecho y la cabeza en mi hombro.

-¿Cómo estás? – me preguntó pasando sus dedos por mi brazo todo tatuado.

-Vivo, que es lo importante – sonreí y ella suspiró – estoy bien, Lia, no le des más vuelta.

-¿No estás ni un poco enfadado?

-¿Yo? Que va, intenté comerte y si no hubieses sido bruja te habría matado – le dije yo apoyando mi barbilla en su hombro – no pasa nada, empate – reí.

-Pues yo pasé mucho miedo – subió su otra mano a mi nuca – y lo mío no va en broma.

-Uyy… – acaricié su pelo con mi mano – no te estarás enamorando, ¿no, Lia?

-Un poquito – admitió sonriendo y ladeé la cabeza, satisfecho con aquello.

-Normal – encogí los hombros y ella me dio en la nuca con su mano.

Yo suspiré y me quedé unos segundos en silencio.

-Si te sirve de consuelo, yo también pasé miedo cuando casi te mato – admití.

-Uyy… – rió – no te estarás enamorando, ¿no, Lee Know? – repitió ella.

-Haz tus propias bromas – le dije yo tirando la cabeza hacia detrás – pero sí, un poquito también.

-Entiendo – asintió con la cabeza – ¿alguna vez has matado a alguien importante?

-Sí – murmuré tocando su rodilla, esa que salía del agua.

-¿A quién? – giró su cabeza para mirarme con curiosidad.

-A mis padres – dije yo mirándola a los ojos.

-Lo siento – dijo mordiéndose el labio inferior.

-No, tía, no lo sientas que me los comí – reí.

-Joder, Lee Know, intento no ser brusca y tú no ayudas – se quejó ella – ¿qué pasó?

-Fue dos meses después de convertirme – empecé a explicar yo – no los veía desde entonces y le mentí a Chan, diciéndole que me iba con HyunJin, pero en realidad fui a ver a mis padres solo porque les echaba de menos, eso los condenó a muerte – suspiré.

-¿Lo recuerdas todo?

-Sí – asentí con la cabeza – pero estoy bien, los primeros cien años eran un pequeño trauma que tenía, pero lo superé, porque soy un chico fuerte – sonreí y volví a tirar la cabeza hacia detrás para mirar al techo.

La sonrisa de mi madre me vino a la cabeza, puede que fuese de las más bonitas que había visto nunca, y me vino también ese momento que tenía bien grabado en la cabeza, cuando al volver del instituto y de estar en la biblioteca estudiando con mis antiguos amigos, los encontraba a los dos en la cocina, haciendo la cena juntos mientras resolvían los juegos mentales que habían en el periódico, ese que mi padre siempre se leía, cada día.

Fui un niño feliz en mi infancia, no podía quejarme.

Estuvimos en la bañera un buen rato, solo hablando y relajándonos, evadiéndonos de todo lo que pasaba ahí fuera, necesitábamos desconectar.

Después salimos del baño, nos vestimos y bajamos a desayunar, todos estaban ya allí, alrededor de la isleta y mirando una cajita cerrada, yo fruncí el ceño, no sabía lo que había dentro, pero lo podía oler a la perfección, era sangre.

-Eso huele mucho a sangre – dije señalando la cajita – ¿qué es?

-Acaban de dejarla en la puerta de Chungha – dijo Rosé de un suspiro y mirando a Chungha.

-No tiene buena pinta – admití yo pasándole un brazo por encima a JaeMin.

-Ábrela – RyuJin la cogió y la abrió sin pensárselo para después quedarse mirando lo que había dentro – joder – susurró poniéndola en medio.

Todos miramos dentro, había tres uñas, la sangre era de cada uno de ellos, una de YeJi, otra de YuNa y la de YeonJun.

FELIX POV

Después de estar buscando a los tres secuestrados durante horas, le tocaba al segundo turno ir y yo pude darme una larga y relajante ducha para liberar esa tensión que albergaba todo mi cuerpo, estaba demasiado tenso, me dolían todos los músculos y estaba cansado, pero no podíamos pararnos a descansar mucho porque teníamos que encontrar a YuNa, YeJi y YeonJun.

Al salir de la ducha me vestí con un chándal y cogí una chaqueta de JaeMin que vi en la cama, me gustaba llevar su ropa puesta, me olía a él y él siempre olía bien, además me transmitía millones de cosas desde el primer momento en que nos besamos.

Bajé a buscarlo, porque, aunque se suponía que debía de estar descansando, sabía que no lo estaba haciendo, estaba demasiado nervioso como para sentarse tranquilamente en una simple silla.

Lo encontré en uno de los jardines de la casa, sentado en una silla con los codos en las rodillas y preparándose un cigarro.

-JaeMin, ¿por qué no vas a ducharte? – le pregunté poniendo mis manos en sus hombros y masajeándolos.

-Porque me he duchado esta mañana – me dijo él con la boquilla entre los labios y peleándose con el papel de liar y el tabaco.

-Déjame – dije sentándome en sus piernas, con las mías a un lado de su cuerpo, le cogí el papel y el tabaco y empecé a hacerlo yo – relájate, ¿quieres? Ella estará bien.

-¿Tú también me vas a soltar eso de que es hija de BaekHyun? – sonrió con ironía.

-¿Quién te ha dicho eso? – sonreí yo quitándole la boquilla de los labios y él me señaló con la cabeza a SooBin, al otro lado del jardín y hablando con Rosé – pues tiene razón, BaekHyun era duro de roer – encogí los hombros – y sabes que ella también – pasé la lengua por el papel de liar.

-No sé – encogió los hombros – tengo un mal presentimiento – admitió atrapando la boquilla con sus labios cuando se la acerqué – que no los hayamos encontrado aún no es una buena señal.

-JaeMin – suspiré, le encendí el cigarro y rodeé su cuello con mi brazo – que YuNa estará bien – le aseguré – te pones muy negativo en estas situaciones.

-¿Negativo, Felix? – alzó las cejas – SuHo intentó matar a su hija, Felix, a su propia hija, de su sangre – me repitió.

Yo apreté los labios con fuerza y apoyé mi mejilla en su cabeza, intentaba tranquilizarlo, pero en todo lo que decía tenía razón, no es que JaeMin fuese una persona negativa, era realista y la realidad era que estábamos bien jodidos en ese momento.

-Esa sí que no me la esperaba – rió JaeMin mirando a SooBin y Rosé – pero lo acepto, vale, un trío más.

Yo los miré también, como ella se ponía de puntillas para alcanzar los labios de SooBin y besarlos con cuidado y cariño.

-Wow – abrí los ojos como platos – ¿sabes qué?

-¿Hay otra pareja?

-Jennie y Kai – le dije yo mirándolo – los he pillado hoy en el pasillo.

-Que fuerte – sonrió – podríamos montar una telenovela entre todos, tranquilamente – bromeó mirándome.

Yo me quedé mirando sus ojos, muy fijamente, pensando en si verbalizar lo que había estado pensando, pero es que ya me estaba desesperando sin saber nada de YuNa, era la última opción, sabía que era la de todo el mundo, pero nadie quería decirla.

-¿Y si soltamos a SeHun? – pregunté al fin.

-Ese cabrón seguro que sabe dónde encontrarlos – me confirmó él – todo el mundo sabe que es lo que deberíamos hacer – suspiró y miró la hora en su móvil – en media hora llega el segundo turno para comer, lo podríamos decir – me propuso.

Yo asentí con a cabeza y volví a abrazarlo para sentirlo cerca, pero la ausencia de YuNa seguía entre nosotros, ninguno nos explicábamos cómo habíamos empezado a quererla tanto de repente, simplemente lo hacíamos y que no estuviese dolía.

Cuando todos llegaron nos fuimos con ellos al salón, donde estaba el enorme mapa donde tachábamos los sitios donde ya habíamos buscado.

-Es que no los huelo, tío – se quejó Jeno – está pasando lo mismo que con Han.

-El serval – dijo ChaerYeong – mi padre lo usa siempre – suspiró.

-¿Dónde vamos esta tarde? – preguntó Han mirando el mapa.

-A por SeHun – dije yo – o vamos ya.

Todos se me quedaron mirando, como si acabase de decir eso que todos esperaban que dijese alguien.

-Venga ya, vosotros también sabéis que es la solución – dijo JaeMin lamiéndose los labios – tenemos que traerlos de vuelta, ya lo mataremos luego o algo.

-Tiene razón, SeHun seguramente nos acerque muchísimo a ellos – aseguró Kai – puede jugárnosla después, seguramente lo haga, estoy noventa por ciento seguro, pero si queremos a los niños de vuelta lo necesitábamos, además, SeHun no era el único cabrón del grupo, SuHo es capaz de matarlos a los tres.

Miramos a Chan, que era el que nos dirigía a todos y el que tomaba decisiones allí.

-¿Todos de acuerdo? – preguntó y asentimos con la cabeza – ¿RyuJin? – la miró a ella.

-Sí – murmuró.

Él nos hizo un gesto con la cabeza para que fuésemos en ese mismo instante, porque él estaba igual de desesperado por encontrar a YeJi.

Yo no tenía ningunas ganas de verlo, siempre recordaba todo lo que me hizo y no quería saber nada de eso, solo quería olvidarlo, pero me era imposible olvidar ese mes, un mes infernal en el que hizo conmigo lo que le dio la maldita gana.

-Vamos a por el cretino ese – dijo Jeno bajando las escaleras al sótano.

Con él bajaron JaeMin, Chan y JiSung y enseguida lo subieron con nosotros, él nos miró con una enorme sonrisa en los labios, típica de él, ese que mostraba tanta superioridad.

-Sabía que volveríais – dijo dando una palmada y frotándose las manos.

-Que no se te suba a la cabeza, a ver si te lo vamos a tener que bajar a ostias – dijo JiSung sacándose el paquete de tabaco del bolsillo.

-A mi este chico me pone mucho – murmuró BeomGyu mirándolo – me lo estoy tirando, yo me meo – rió con ironía.

-Es que te quiero, tío – le dijo Jeno a JiSung.

-¿Qué queréis? – Preguntó SeHun – hola, cariño – saludó a RyuJin.

Enseguida HyunJin y HueningKai dieron un paso al lado para taparla con sus cuerpos, pero chocaron en el acto.

-Tío, iba a protegerla del capullo de su padre – le dijo HyunJin a HueningKai.

-Yo también – HueningKai se señaló con el dedo.

-No necesito que lo hagáis – dijo ella detrás.

-Sí, sí que lo necesitas – le dijeron los dos a la vez.

Todos nos los quedamos mirando.

-Han quedado shippeadísimos – dijo JiSoo señalándolos.

-¿Habéis encontrado a mis hijos? – preguntó SeHun.

-¿Los ves aquí? – le preguntó Chan – entonces no.

-Ah – SeHun sonrió – y me necesitáis, ¿no?

-Nosotros no, te necesitan tus hijos y YuNa – le dije yo y él me miró ampliando su sonrisa, como si así me recordase todo lo que me hizo.

-Madre mía, sí que os ha dado fuerte por YuNa – bromeó.

-Se está ganando un tortazo – susurró JaeMin masajeándose el puente de la nariz.

-Entiendo, era mi sobrina favorita – encogió los hombros.

-Todo el mundo que no fuese yo era tu favorito – dijo RyuJin separando a HyunJin y HueningKai para que quedasen a ambos lados de ella.

-Sí, cariño, menos mal que empezamos a entendernos, ya era hora, ¿no? – le preguntó en un tono burlón.

-Creo que eres la única persona junto a HueningKai, que cada vez que abre la boca tengo ganas de partirle la cara – le dijo Jeno.

-Ale, ya he pillado – suspiró HueningKai.

-Joder, tío, que mal, lo siento – le dijo BeomGyu arrugando la nariz – y tú – señaló a SeHun – deja de hacer el gilipollas y vamos a buscar a mi puta hermana, ya.

SeHun sonrió y chasqueó la lengua.

-He dicho ya – repitió BeomGyu alzando las cejas.

-Madre mía, ha heredado la mala leche de BaekHyun – bromeó SeHun siguiéndolo fuera de la casa.

Nosotros nos quedamos detrás, porque BeomGyu parecía tener controlada la situación y estaba hablando con él fuera, estaba muy serio, como si lo estuviese advirtiendo de algo todo el tiempo.

-No sé cómo lo soportáis – Chan hizo cara de asco mirando a SeHun.

-Yo no lo hago – admitió RyuJin.

-Pues es tu suegro, crack – le dijo HyunJin riendo.

-Estad preparados a cualquier movimiento que haga, algo extraño que veáis, por muy pequeño que sea, me avisáis – nos ordenó y todos asentimos.

HAN POV

ChaerYeong se había quedado dormida en mis brazos en aquel sofá de la mansión, habíamos estado hablando durante un buen rato, porque había aparecido otra réplica, otra ChaerYeong, y por desgracia, me enamoraría de ella del mismo modo del que estaba de la chica que me abrazaba en ese preciso instante por la cintura.

Era una mierda, pero no podía hacer nada contra ella, solo esperaba no verla, que la matasen sin que mediase palabra con ella, porque sino ya no habría marcha atrás.

Eso a ChaerYeong le asustaba, porque por muy enamorado que estuviese de ella, aun tenía ojos para otra y le daba miedo que mis sentimientos hacia ella cambiasen, aunque yo estaba seguro de que no lo harían, porque mi parte no vampira también quería estar con ella, aunque no hubiese sido mi réplica, habría estado con ella sin pensármelo.

-Han – HaeChan entró en el salón – mi bro, nos vuelve a tocar ir con el SeHun de los cojones, cuatro pueblos más al lado – me informó y miró a ChaerYeong – déjala dormir, debe estar traumadísima con todo lo que está pasando.

-Pues como sigas gritando vas a despertarla – le dije yo levantándome con cuidado para que siguiese durmiendo – zoquete – lo insulté de broma

-Como me duele no ser el favorito de Jeno y que ahora mismo venga y te pegue un puñetazo por insultarme – exageró él.

-En otra vida será – sonreí yo saliendo por la puerta con él.

El primer turno de nuevo íbamos a ir a buscarlos y cogimos los coches y las motos para ir cuatro pueblos al este y buscar allí, sinceramente lo prefería, porque en el bosque notaba constantemente la presencia de la otra ChaerYeong y de JungKook.

-Veo, veo – dijo HyunJin.

-¿Qué ves? – le preguntó JaeMin.

-Una cosita.

-¿Y qué cosita es?

-Empieza por la letra A – dijo HyunJin.

-Árbol – sonrió JaeMin.

-¿Enserio? – rió Lia – estamos rodeados de árboles, iba a adivinarlo a la primera.

-Bueno, a mi de JaeMin me sorprende cualquier cosa – bromeó HaeChan.

-HaeChan – lo advirtió Jeno mirándolo serio, pero bromeaba.

-Perdón, perdón, con el fav no – se recordó a él mismo y sonreí levemente.

Cuando todos giraron hacia un lado, yo me quedé parado al notar una fuerza que me llevaba justo al otro lado, como si alguien estuviese allí y quisiese que fuese con él.

El grupo ya había avanzado mientras HyunJin seguía jugando con JaeMin, pero yo me desvié para seguir mi instinto, sin saber dónde llegaría, solo caminé por ese bosque hasta toparme con dos cuerpos muertos en el suelo, estos estaban sin ojos y con las bocas cosidas, sabía que era un sacrificio, uno de los de JungKook.

-Te estaba esperando – dijo su voz desde lejos.

Miré al frente y vi sus ojos rojos acercarse a mí, yo lo esperé, manteniéndome firme.

-Pues aquí me tienes – dije apoyando el peso de mi cuerpo en una pierna – ¿qué quieres?

-Verte – sonrió y sus ojos se volvieron negros de nuevo.

-Lo dudo – ladeé la cabeza – ya nos conocemos, JungKook.

-Y podríamos hacerlo mejor, pero no quieres – sonrió de nuevo – podrías estar conmigo.

-Quiero estar con ellos – le aseguré.

-¿Podrás? – alzó las cejas.

-Claro que podré – dije tragando saliva, su sola presencia ahí, tan cerca de mí, ya estaba removiendo mil cosas en mi interior.

-Me alegro – se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta – necesito que me hagas un favor.

-Desembucha – suspiré.

-Dale esto a HyunJin – me enseñó un colgante de cuerda negra y algo rojo en un extremo.

-¿Para qué? – pregunté cogiéndolo.

-Tú dáselo de mi parte – me guiñó el ojo y alcé las cejas.

-Se lo daré de tu parte – le dije yo escondiéndolo en mi puño.

-Pero no solo de parte de JungKook – dio un paso hacia mí y acercó los labios a mi oído – de parte de su padre – dijo muy lento.

-¿Su padre? – fruncí el ceño y él se separó para mirarme.

-¿De quién te crees que ha heredado lo de híbrido? – sonrió y abrí los ojos como platos.

-Eres el padre de HyunJin – susurré yo y él simplemente desapareció de allí.

Yo miré el colgante, lo rojo que colgaba era un tipo de piedra y la cuerda negra estaba desgastada, como si tuviese muchísimos años. Me quedé parado pensando en que HyunJin era hijo de JungKook, porque tenía sentido y eso solo podía traernos más problemas.

Continuara…

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