Autora YASSGY0MIE
CHAN POV
La mayoría llevábamos toda la noche sin dormir, cuidando de YuNa o buscando a Han, pero es que se había ido casi por voluntad propia, así que no sabía si estábamos haciendo lo correcto yéndolo a buscar.
YeJi había sufrido algunas heridas también, pero no eran muy graves así que no tardé mucho en curárselas y se puso a descansar, últimamente apenas descansaba bien porque seguía aturdida por el secuestro de su propio tío, la necesitábamos descansada y fresca.
Cuando ya había amanecido llegué a la mansión y me metí en la cocina para hacerme un café y seguir con ese agotador día, pero para mi desgracia me encontré con SeHun allí, tomándose también un café.
-Buenos días, yerno – me dijo SeHun con una prepotente sonrisa en sus labios.
-Que te den – murmuré yo sirviéndome el café.
-¿Qué vas a hacer con Momo? – me preguntó con curiosidad.
-Torturarla, ¿por qué? ¿propones algo mejor? – le pregunté alzando las cejas.
-No – carraspeó y se metió las manos en los bolsillos de la sudadera para sacar armas contra los vampiros – torturé a Felix con esto – me explicó – que no lo vea, a ver si le van a volver los traumas y ya bastante tenemos.
-Tienes la gracia en el culo, SeHun – dije cogiendo las armas de madera y plata y guardándomelas en el bolsillo de mi sudadera.
-De nada entonces – dijo mirando como me las guardaba.
Yo me bebí el café de un trago y dejé la taza en el fregadero para ir a buscar a HyunJin, Lee Know, Jeno, JaeMin y JiSung, iría con ellos a torturar a Momo, eran los que más sangre fría tenían de todos nosotros, también BeomGyu, pero estaba durmiendo y quería dejarlo descansar, también lo necesitábamos fresco.
Caminé hacia otro de los salones de la mansión, en el que no estaba YuNa, pero si ellos cinco, sentados en los sofás, Jeno con Lisa durmiendo con la cabeza apoyada en sus piernas, HueningKai y RyuJin se apoyaban en HyunJin, Lee Know con Lia y JaeMin y JiSung entre ellos dos, conversaban flojito y se les veía cansados, pero no teníamos mucho tiempo para descansar.
-Chicos – di un par de golpes con mis nudillos a la puerta y ellos se giraron a mirarme.
-¿Vamos a por Momo? – me preguntó Jeno acariciando con cuidado la cabeza de Lisa.
-Sí, ya ha amanecido – dije echándome el pelo rubio hacia detrás.
Todos se levantaron con cuidado de no despertar a los otros y salimos de allí para bajar al sótano, donde teníamos las mazmorras y donde habíamos metido a Momo, atada a una silla.
-Buenos días, Momo – le dije abriendo la puerta y ella me fulminó con la mirada porque tampoco me podía decir nada, estaba amordazada.
-¿JungKook? – le preguntó JiSung encendiéndose un cigarro – tienes un gusto de mierda, tía.
-Que bueno tiene que ser mi padre en la cama – bromeó HyunJin quitándole la cinta que le habíamos puesto en la boca.
-Queráis lo que queráis, la respuesta es no – dijo ella sonriendo con prepotencia – no me dais miedo – aseguró.
Yo sonreí y me saqué las armas de SeHun para dejarlas en la mesa, ella abrió mucho los ojos al verlas, como si de repente el terror se hubiese apoderado de su cuerpo en cuestión de segundos.
-A nosotros no, pero a SeHun le tienes un miedo terrible – le dije riendo – quitadle el anillo de día – ordené.
-Uh – JaeMin se lo arrancó del dedo – siempre he querido uno – se lo puso él – con lo bien que me quedan, le voy a pedir a las brujas que me hagan uno, Jeno, ¿se lo pides a la Lisa?
-Claro – dijo él asintiendo con la cabeza y quitándole el cigarro de los labios a JiSung para darle él una calada.
Yo cogí una silla de madera, la puse frente a ella y me senté con el respaldo entre mis piernas para mirarla.
-Venga – Lee Know se le puso detrás y le masajeó los hombros – relájate, ¿eh? – rió un poco.
-¿Esto que coño es? – preguntó HyunJin cogiendo una pistola pequeña de metal y con una aguja gruesa.
-Inyecta metal en las venas – dije yo sin dejar de mirar a Momo, que de repente estaba algo inquieta.
Antes de que pudiese decirle algo, el techo se abrió y el sol cayó directamente en su piel, quemándola y desgarrándosela, igual que desgarró su garganta al gritar hasta que se cerró.
-Ay, perdón – se disculpó JiSung soltando la palanca que abría el techo – se me ha escapado la mano – rodó los ojos y rió cuando Jeno le chocó la mano.
-¿A ver? – HyunJin se acercó con la pistola y se la pinchó en el cuello – ¿qué hace esta mierda? -apretó el gatillo y vi el líquido metálico meterse en el cuello de Momo, la cual volvió a gritar y cerró los ojos con fuerza – que vainas tiene el suegro, coño, en cualquier momento me mata – exageró él – lo siento, tía, tenía curiosidad – le dijo a Momo sonriente.
-¿Cuál es el verdadero plan de JungKook, Momo? – le pregunté entrelazando mis manos en el respaldo de la silla, pero ella negó con la cabeza apretando los dientes.
-Me toca – JaeMin cogió un palo de madera y clavó la punta en su muslo, para ir bajándola y rajársela entera, yo pude sentir el dolor que sentía en los ojos y sonreí.
-¿Cuál es el plan? – le volví a preguntar.
-No voy a delatar a JungKook – me dijo negando con la cabeza.
Yo suspiré y el techo se volvió a abrir, quemándola de nuevo con el sol.
-Que torpe, JiSung – se dijo a sí mismo – lo siento – se disculpó con el cigarro en los labios.
-Empezad – dije apartándome de ella y dejando a los otros encargarse.
Eran realmente asquerosos y sanguinarios a la hora de torturar, no sabía cómo Momo estaba aguantando tanto porque la estaban destrozando, matándola de dolor.
-La piedra lunar – gritó para que parasen – en cuanto la tenga desencadenará la transformación completa de HyunJin a lobo y será más fácil tenerlo de su parte – dijo por fin.
-Pero si estoy destinado a matarlo – dijo HyunJin frunciendo el ceño.
-Lo sé, él también lo sabe, pero piensa hacerlo antes de que cumplas los años – nos dijo a todos.
Nosotros nos miramos entre todos y en especial a HyunJin, porque ese tema le incumbía por completo.
-¿La matamos? – preguntó Lee Know señalándola.
-No, puede que la necesitemos – dije abriendo la puerta – salid – ordené.
Ellos obedecieron y me quedé mirando a Momo unos segundos, porque sabía que aún había cosas que no nos había dicho, cosas que no pensaba decir y seguramente eran mucho más oscuras que lo de HyunJin, pero por el momento teníamos lo que necesitábamos.
HAN POV
Me desperté completamente desubicado, no estaba en mi cama, ni en mi habitación, ni siquiera en la mansión donde vivía.
Tardé un par de minutos en colocarme bien en la cama y miré a mi alrededor, cuando vi como estaba todo decorado, muy blanco y minimalista, recordé dónde estaba, en la casa de JungKook, solo le bastaron un par de frases para convencerme para irme con él y al llegar a la casa no recordaba más que quedarme dormido en esa cama.
Me levanté y vi ropa limpia en una silla para que me cambiase, JungKook siempre tan atento.
Me puse la ropa y miré por la ventana de la habitación, estábamos en mitad del bosque y la casa estaba en completo silencio, lo que era un tanto intimidante tratándose de JungKook.
Acabé saliendo de la habitación y caminé por los pasillos de la casa, era grande y espaciosa, muy abierta y con mucha luz natural, JungKook siempre había sido muy minimalista y de espacios abiertos, casi mil años más tarde seguía igual.
Bajé a la planta baja y oí un fuerte ruido en una de las habitaciones, así que me encaminé hacia allí y me asomé por la puerta, el golpe había sido un puñetazo en el mármol de la cocina de JungKook.
Al acabar de asomarme todos me miraron, incluyéndolo a él, que sonrió de lado y esa sonrisa no traía cosas buenas nunca.
-Buenos días, Han – me dijo poniéndose recto – ¿cómo has dormido?
-Bien, ¿qué pasa? – le pregunté mirando el agujero en el mármol por su puñetazo.
-Ven, vamos a dar una vuelta – dijo caminando hacia mí y pasándome un brazo por los hombros – ¿te iba bien la ropa?
-Sí, pero ¿qué pasa? – volví a preguntar cuando él nos sacó al jardín de la casa.
-Chan y Jeno anoche se llevaron a Momo – me dijo y yo suspiré – ¿sabes quién es Momo?
-La que intentó matar a ChaerYeong dos veces – recordé yo.
-Y mi novia – dijo aludiendo ese dato de que casi se come a la mía – ahora la tendrán en vuestra mansión – me dijo girando su cabeza para mirarme.
-¿Y qué? – le pregunté mirándolo también – la tendrán encerrada, yo no puedo acceder allí.
-¿Y quién puede acceder? – me preguntó fijando los ojos en los míos.
Yo intenté apartarlos, intenté dejar de mirarlos porque se estaban metiendo en lo más profundo de mi cabeza y me estaban obligando a decírselo, pero no podía apartarla, me habían absorbido por completo.
-Chan, Lee Know y HyunJin – dije al fin.
-¿Alguien más? ¿Algún lobo? – preguntó si dejar de mirarme.
-Jeno, JaeMin y JiSung – le contesté.
-Bien – se sentó en un sillón frente a la piscina y me señaló el que estaba a su lado para que me sentase.
Me senté y observé como se encendía un cigarro y le daba un par de caladas mirando el agua cristalina de su piscina, después me ofreció uno y lo cogí junto al mechero que me daba.
-La piedra lunar también la tenéis en la mansión – afirmó y asentí con la cabeza – la necesito, Han.
-No puedo dártela – le dije negando con la cabeza y tragando saliva, yendo en contra de mis obligaciones de creador y creación y eso era una de las cosas más difíciles que los vampiros podíamos hacer.
-Vas a dármela – dijo sonriendo – en una semana G-IDLE habrá roto el hechizo de BlackPink y todas las brujas, menos Jennie y Lia, se quedarán dormidas, solo así mantendremos el hechizo roto – me explicó abiertamente – y en cuanto SoYeon lo rompa, tú la cogerás y me la traerás, ¿verdad?
Yo negué con la cabeza dándole una calada al cigarro y él alzó las cejas, apoyó los codos en sus rodillas y se acercó un poco más a mí.
-Es lo que vas a hacer, Han – me aseguró – porque me debes la vida – me recordó – y yo seguiré cuidando de ti como siempre.
-JungKook – suspiré – no puedo defraudar a Chan.
-Can no te creó, él no fue el que te salvó la vida y el que te ayudó a sobrevivir como vampiro, ¿acaso no te acuerdas de esos años? – sonrió y asentí un poco con la cabeza – pues necesito que lo hagas y después te dejaré en paz – me aseguró poniéndome un par de mechones de pelo bien – ahora puedes volver a casa, que vaya bien, nos vemos en una semana.
Mi cuerpo se levantó y obedeció solo a las órdenes de su voz, como si de verdad se lo debiese, porque de nuevo se había metido en mi cabeza y ya no habría manera de sacarlo de ahí, el poder que tenía JungKook sobre mí daba miedo, daba muchísimo miedo.
En un abrir y cerrar de ojos ya estaba de nuevo en la mansión donde vivía, en el salón donde estaba YuNa inconsciente, con el mordisco de lobo sin curar y JaeMin dormido a su lado, no sabía qué había pasado, pero no tenía buena pinta.
-¿Han? – la suave y tranquila voz de ChaerYeong sonó a mi espalda y me giré a mirarla con una sonrisa en mis labios.
-Hola – abrí mis brazos cuando vino a abrazarme y cerré los ojos sintiendo su suave aroma a colonia.
-¿Estás bien? – me agarró la cara y me la miró bien – ¿te ha hecho algo JungKook?
-No – negué con la cabeza – he conseguido salir de allí sin que se diese cuenta – le mentí y en el momento en el que lo hice noté como ni siquiera yo controlaba mis palabras, lo hacía mi parte creación de JungKook y que solo pensaba en eso.
FELIX POV
Bajé corriendo las escaleras cuando escuché a JaeMin gritarme desde abajo que YuNa estaba despierta y curada del mordisco del lobo, lo que significaba que ahora era un lobo también, pero almenos estaba viva y era lo que importaba.
Al bajar al salón estaban todos alrededor del sofá donde ella estaba sentada y con la respiración acelerada, habían bajado todas las persianas de la casa, porque era luna llena, pero igualmente ella estaba notando la fuerza que tenía sobre su cuerpo.
-No te acerques mucho – me dijo HyunJin agarrándome del brazo cuando quise sentarme a su lado.
-¿Dónde está mi hermano? – preguntó YuNa mirando a JiSung.
-Pues atado a la cama y no precisamente para follar – le contestó él.
BeomGyu no llevaba muy bien las lunas llenas, es más, las llevaba fatal, no se controlaba ni un poquito.
-Me duele la cabeza – dijo ella tocándose la frente.
-Deberíamos atarla también – opinó Jeno – no tardará en tratar de matarnos a alguno.
-Sí, atadla a lo chucho rabioso – rió HyunJin y todos lo miramos – ostia, que ahora yo también soy un chucho – se tapó la boca con la mano y reí un poco.
-Tío, eres un mierdas – le dije negando con la cabeza – un chucho.
-Eh, calmadito que sales con un chucho – JaeMin me señaló con el dedo y encogí los hombros con inocencia – bueno, con dos – rió un poco.
-Tengo hambre – dijo YuNa mirando a JaeMin y agarrándole la mano.
-Sí, definitivamente, deberíamos atarla – Lee Know asintió con la cabeza mordiéndose el labio inferior.
-Hay cadenas abajo, al lado de la mazmorra de Momo – nos dijo Chan.
-Vámonos, cariño, tú imagínate que vamos a follar y todo es más bonito – JaeMin la levantó del sofá y ella me miró lamiéndose los labios.
-Vamos – Jeno me puso la mano en la espalda y bajamos junto a JiSung y Chan.
Preparamos las cadenas que estaban atadas a la pared y arrodillamos a YuNa en el suelo para atarla de muñecas y tobillos, eran cadenas resistentes así que debían servir.
-Ánimo, tía – le dijo Jeno dándole un par de golpecitos en el hombro y después alejándose de ella.
-Bueno – suspiró JiSung mirándola con los brazos en la cintura – me voy a controlar al loco de mi novio, si necesitáis algo podéis llamarme – me dio un toque en la espalda y desapareció para irse con BeomGyu.
-Nosotros nos quedamos, podéis iros – les dije a Chan y Jeno.
Ellos se miraron, asintieron con la cabeza y se marcharon de allí.
JaeMin y yo nos sentamos fuera de la mazmorra, mirándola de lejos, se estaba transformando, sus ojos eran amarillos y los colmillos le salían de la boca, pero igualmente me parecía que estaba preciosa, era la primera mujer lobo que teníamos en el equipo y en el fondo todos estábamos contentos con eso, porque RyuJin estaba llevando muy bien eso de ser vampiro y YuNa llevaría bien lo del lobo, estaba seguro.
-Una manicura no iría mal – bromeó JaeMin mirando como YuNa clavaba las garras en el suelo y rugía muy fuerte – ¿la soltamos para que mate a Momo y pum, accidente? – me propuso.
-Si Chan no la ha matado aún es porque la necesita para algo más – le dije con seguridad y apoyando la cabeza en la pared, pero girándola un poco para mirarlo.
-Que pena que sea de las malas, en el fondo parece simpática – rió un poco – como nuestra YuNa, que aunque parezca que ahora nos va a matar, es buena gente – bromeó.
-¿Tú estás bien? – le pregunté mirando como movía las manos con nerviosismo.
-Sí, lo controlo bien – dijo encogiendo los hombros.
YuNa dejó de resistirse a las cadenas cuando nos miró a los dos sonreír juntos, ladeó un poco la cabeza mirándonos bien, como si estuviese observando algo increíble, pero que la confundía a la vez. Nosotros dos alzamos las cejas mirándola de vuelta, sin saber bien qué coño estaba pasando.
-¿Tengo algo en la cara, JaeMin? – le susurré.
Él se giró a mirarme con atención.
-Exceso de guapura, pero nada más – me aseguró – YuNita, ¿todo bien?
Ella frunció el ceño y se quedó callada, pero pareció calmarse de repente con nuestra presencia y ahí JaeMin abrió los ojos como platos, como si estuviese reconociendo esa reacción de YuNa.
-Creo que somos sus parejas destinadas – dijo flojito para que ella no lo escuchase – como vosotros sois las mías.
-Lo sois – aseguró ella asintiendo levemente con la cabeza – no sé por qué, pero lo sé.
-Tío, se te ha olvidado que ahora es un lobo y tiene super oído – le dije a JaeMin dándole un golpe con mi rodilla en la suya – que te ha escuchado.
-Desatadme – nos pidió ella tirando de las cadenas.
-Lo siento, YuNita, te quiero mazo, pero no puedo hacer eso – le dijo JaeMin en un suspiro.
-Tiene que pasar la luna llena – le dije yo.
Ella miró al techo, como si estuviese escuchando algo que le preocupase y yo miré a JaeMin, que miró también hacia arriba.
-¿Pasa algo? – le pregunté yo frunciendo el ceño.
-No, solo es BeomGyu – dijo JaeMin.
-Le duelen las cadenas – nos dijo YuNa.
-Claro, eso intentamos, para que no os resistáis – le dije yo asintiendo con la cabeza.
-Siento como le duelen – dijo tocándose los brazos y sobándoselos.
Fruncí el ceño de nuevo y JaeMin abrió mucho los ojos, la miró unos segundos a ella y otros a mí.
-Son mellizos, ¿no? – me preguntó JaeMin señalándola y asentí con la cabeza.
Observé como se concentraba, como si a través de su mente se estuviese comunicando con alguien.
-JiSung dice que a BeomGyu también le duelen las muñecas y los tobillos – me dijo – lo que siente un mellizo lo siente el otro también – dijo en un tono preocupado y mirándola.
-Bueno, eso no es tan malo, ¿no? – le pregunté yo también preocupado.
-Los hermanos de Jeno tenían ese síndrome también – me explicó – cuando murió uno el otro también lo hizo, en el mismo momento y en un lugar completamente distinto a donde estaba el primero.
Yo miré a YuNa de nuevo, la cual había escuchado aquello y se había quedado igual de impactada que yo, porque ahora tenía el doble de posibilidades de morir, no porque muriese o la matasen, sino porque si su hermano BeomGyu moría, ella lo hacía con él.
Continuara…
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