TAEMIN
Como siempre, fui el último en levantarme de la mesa del comedor junto a Mark, durante el desayuno hablamos sobre lo de NaYeon, y debatimos sobre si JungKook estaba metido en eso o no, pero ni siquiera sabíamos porque estaba él en la cárcel, ni Ten lo sabía, que él tenía en informe de todos y cada uno de nosotros y podía conseguir cualquier cosa.
-En cinco minutos en mi celda – dije despidiéndome de Mark, que iba directo al patio a fumarse el cigarro mañanero.
Yo me fui directo a la celda y allí me encontré con SeHun, acabándose de vestir para salir al torneo de básquet que se había organizado.
Yo me senté en mi cama y saqué a escondidas el bote de pastillas, ya eran las últimas que me quedaban, había reducido la dosis que necesitaba cada día y ya empezaba a notarlo en mi metabolismo, mis músculos flaqueaban y mis manos temblaban demasiado, tanto que durante el almuerzo Kai lo había notado y aunque no me había dicho nada en el momento, sabría que lo haría y tendría que inventarme cualquier escusa, no tenía claro que diría, lo único que tenía bien claro era que debía salir de ahí en cuanto antes.
-Oye, eres muy pesado – oí quejarse a Lucas por el pasillo y las risas de Kai y TaeYong se acercaban a la celda.
SeHun se marchó sin despedirse, era un hombre de pocas palabras, y entonces entraron los demás con ánimo, esa mañana se les notaba contentos a todos.
-Bueno, aquí estamos – BaekHyun se sentó en una silla y se cruzó de brazos – ¿qué pasa?
Yo metí la mano debajo de mi colchón y saqué un gran plano que yo mismo había dibujado la noche de antes, lo puse en la mesa a la vista de todos y cogí un pintalabios rojo que le había cogido a Lisa, en el plano había reproducido el mismo dibujo que TaeYong nos había hecho en pequeño en una hoja, pero más grande, y al lado había el plano de la distribución de dónde dormíamos, las celdas, el patio, los baños, el comedor, las salas de ocio y los vestidores.
Todos rodearon la mesa y Mark bajó la sábana blanca para darnos intimidad y que nadie interrumpiese.
-Definitivamente, tú te aburres mucho por las noches – bromeó Ten con su característica sonrisa.
-Lo he plasmado en grande para enseñaros esto – señalé los conductos que había dibujado, uniendo los dos edificios – aquí dentro no tenemos agua, ni electricidad, todo viene del centro de control – señalé con el pintalabios la celda en la que estábamos – eso significa que hay conductos y túneles que unen este edificio con el otro.
-Y, por consecuencia, alcantarillado – siguió Mark y todos asintieron.
-Exacto – sonreí – pero eso solo será una vía de escape – señalé un conducto que salía de esa celda y todos levantaron la cabeza para mirarme – atentos.
Me separé de la mesa y agarré la litera en la que dormía con SeHun, la arrastré para apartarla y me deshice de unas sábanas y colchas que habían en el suelo, así destapé un gran agujero que llevaba hasta un túnel iluminado con bombillas amarillentas.
-¿Qué cojones? – Lucas se acercó al borde del agujero y miró hacia abajo, habían unos cinco cuatro metros de caída, pero podías ir agarrándote a los barrotes del techo del túnel hasta estar a una altura de menos de un metro.
-¿Has hecho un agujero en el suelo? – Kai me miró con las manos apoyadas en la mesa y una sonrisa de lado burlesca.
-¿Cómo? – preguntó TaeYong – tienes compañeros de celda, ¿no se han dado cuenta?
-No – sonreí – cuando os dije que lo dejarais en mis manos, debisteis confiar en mí.
-Vale, puñetero loco – suspiró BaekHyun – ¿y estás seguro de que esto lleva al edificio de al lado? Alias, agujero negro.
-No del todo – me encogí de hombros – por eso voy a bajar con alguien más mientras vosotros vigiláis y a ver si es este el túnel que necesitamos – expliqué yo – después irá Ten con quién él elija, para colarse en el agujero negro y acceder a lo que necesita.
-Iré yo contigo – Kai se hizo paso entre todos y se colocó a mi lado.
Yo miré la hora en mi reloj.
-Si en veinte minutos no estamos aquí, nos han pillado – dije yo con tranquilidad.
-Toma – TaeYong me dio su teléfono móvil – si se alarga por cualquier cosa llama a BaekHyun, su número está grabado, avisadnos para que no nos alertemos.
Kai y yo asentimos y nos dejamos caer en el agujero, me sorprendió la manera en la que Kai se desenvolvió tan bien colgándose de los barrotes y bajando teniendo en cuenta su estado, pero cuando yo dije que ese tío era imparable, era por algo.
Cuando estuvimos los dos abajo, corrieron la litera para que se tapase el agujero y Kai y yo empezamos a caminar en silencio por esos túneles mugrientos y con olor a podrido, Kai iba por delante, a paso rápido, yo me mantuve detrás, algo más lento porque si teníamos el teléfono, no había ninguna prisa pero él siempre vivía así, acelerado.
Enrealidad no me había sorprendido que se ofreciese a bajar conmigo, sabía que en cualquier momento iba a sacarme el tema y se estaba haciendo de esperar.
-¿Vas a estar en silencio todo el camino? – habló por fin.
-¿Te incomoda? – pregunté detrás de él.
-Intimida – admitió con indiferencia y yo no contesté, me mantuve callado – ¿Qué te pasa?
-¿Qué me pasa?
-¿Puedes no contestar a mis preguntas con otra pregunta? – frenó un poco el paso para ponerse a mi altura y lo miré sonriente – TaeMin, la pregunta iba enserio.
-Tú preocúpate por ti, que tienes bastante – contesté en un tono neutro.
-Temblabas – insistió él – intentabas esconderlo, pero lo he visto – se paró frente a mí, cortándome el paso – y estabas tenso.
-Nervioso – corregí yo levantando levemente la cabeza para mirarlo a los ojos, esos ojos negros que a simple vista eran unos ojos normales, pero que en él podían ser increíbles.
-¿Tú? ¿Nervioso? – sonrió con ironía y sentí su aliento fresco y mentolado – eso no es posible.
-Ah, ¿no? – sonreí y desvié la mirada hacia sus labios – ¿y por qué no?
-Porque un psicópata como tú y como yo, no se pone nervioso por cualquier cosa – dijo él bajando el tono de su voz.
-¿Y por qué estás nervioso tú ahora mismo? – le pregunté acusándolo, podía notar que en ese momento era él quién estaba tenso, que su respiración no estaba perfectamente acompasada y su corazón latía acelerado – ¿te pongo nervioso, Kai?
Él me mantuvo la mirada unos segundos, pero vi que se hizo pequeño enseguida bajo mis ojos, menguó y enseguida se apartó de mi y se dio la vuelta.
-Sigamos – dijo con dureza.
Yo sonreí ampliamente detrás de él y seguí caminando, me agradaba ese chico, me agradaba y mucho.
TEN
Un par de horas más tarde de que TaeMin y Kai volviesen, bajamos BaekHyun, Lucas y yo y caminamos por el camino que nos marcaron, hasta llegar bajo el edificio dónde teníamos que acceder.
Kai y TaeMin nos habían dado las orientaciones a la perfección, salimos del agujero y nos encontramos en un pasillo largo y de paredes grises, caminamos con cuidado y sigilo por varios pasillos, escondiéndonos de algunos guardas y nos metimos en la sala dónde debíamos. Era un despacho pequeño, muy minimalista respecto a la decoración y blanco, blanco puro, blanco hospital.
-Bien, haz tus cosas de hacker – dijo Lucas bloqueando la puerta de la entrada – y rapidito, que no tenemos todo el día.
-Tú cállate, bocazas – le dije poniéndome unos guantes de látex y sentándome en el gran sillón negro frente a un gran ordenador.
-Tienes diez minutos – me dijo BaekHyun poniendo su cronómetro y mirando por una ventanita hacia el pasillo, después corrió las cortinas.
Yo desbloqueé el ordenador, gracias a las claves que había podido averiguar hacía unas horas, y me puse manos a la obra, intentando ir lo más rápido posible para irnos en cuanto antes.
-No me jodas – levanté la cabeza al oír a Lucas.
Él miraba desde lejos hacia una puerta de dentro de la habitación, que parecía ser un baño, en la puerta había un guarda, mirándonos con detenimiento, tratando de no hacer ningún movimiento brusco, con Lucas y BaekHyun ahí yo tampoco lo haría.
-BaekHyun – dije mirándolo para que se encargara, porque era el que más cerca estaba de él.
-Sí, tú no te distraigas – él asintió con la cabeza.
Yo no sé de dónde saqué esa confianza hacia BaekHyun, peor bajé la cabeza hacia el ordenador y seguí con mi trabajo, sin prestar atención a BaekHyun, ni a Lucas, que tan solo miraba hacia él.
-Increíble – dijo Lucas ladeando la cabeza – pero te lo has cargado.
-¿Lo has matado? – pregunté alertado y mirando el cuerpo del hombre en el suelo, pero sin rastro de sangre, ni de violencia, y es que BaekHyun era un asesino profesional.
-Me has pedido que me encargara, así soluciono yo las cosas – se encogió de hombros y se puso las manos en la cintura – ¿por qué me miras así? – preguntó mirándome de vuelta – no hay ni una gota de sangre.
-Paso – negué con la cabeza volviendo la vista al ordenador, no quería saber nada, ya se apañarían.
-No sé porque no nos llevamos bien – bromeó Lucas acercándose al cadáver que estaba con nosotros para colocarlo bien, apoyado en la pared.
Cuando acabaron y yo aún iba por la mitad, se acercaron a los archivos en papel de todos los presos que había en un cajón y empezaron a chafardear, yo solo los ignoré, porque no podía distraerme y ellos lo hacían, eran profesionales pero desesperantes.
-Ten – BaekHyun se acercó a la mesa dónde estaba y me dejó dos archivos al lado del teclado – JungKook y NaYeon, léelo.
-No tengo tiempo ahora, BaekHyun – dije tecleando en el ordenador – léemelo tú.
-Sí – suspiró – los pillaron después de estar buscándolos un año, eran fugitivos y eso les alargó la condena.
-Y los buscaban por tres asesinatos – siguió Lucas desde detrás de mí.
-¿Y debo sorprenderme? – alcé las cejas.
-No por eso – BaekHyun negó con la cabeza – pero no mataron en ninguna de las tres ocasiones a quién querían matar, buscaban a una persona en concreto pero mataron a otras tres, pensándose que mataban al correcto.
-¿A Kai? – pregunté yo probando a suerte – ¿Jennie?
-TaeMin – contestó Lucas – ambos declararon por separado y la declaración fue la misma – mientras Lucas hablaba, BaekHyun abrió las carpetas marrones con los informes de la pareja – querían encontrar a TaeMin y matarlo, el chasco llegó que cuando ellos ingresaron en la cárcel, TaeMin ya llevaba dos meses entre rejas.
-¿Y por qué iban a querer matar a TaeMin? – pregunté mirando como BaekHyun sacaba fotos a los informes – ¿pone algo en su informe?
-Nada que no sepamos, que es un puto animal y no mucho más – contestó BaekHyun – la pregunta es: ¿TaeMin lo sabe?
-No creo – dije yo volviendo a mi trabajo – él no sabía quién era JungKook cuando llegamos.
-Podría estar haciéndose el tonto – Lucas se encogió de hombros.
-Le preguntaremos, tienes las fotos, ¿no? – miré a BaekHyun, que asintió con la cabeza, después guardó los informes y cerró el cajón.
-¿Te queda mucho? – me preguntó Lucas apoyándose en un mueble y cruzándose de brazos.
-Un par de minutos – les pedí yo mirando la barra de la pantalla, completada al 32%.
Nos quedamos esperando en silencio y yo empecé a darle vueltas a lo de NaYeon, JungKook y TaeMin, realmente creía que él no sabía nada y que NaYeon y JungKook sabían fingir muy bien, seguramente estarían pensando en cómo matarlo de la peor manera, en secreto y sin que nadie lo supiera, contra más gente lo hiciese, más posibilidades de que saliese mal.
-Mierda – susurró Lucas cogiendo una figura de cristal al aire y apunto de caerse al suelo y hacerse añicos, solo porque él estaba jugueteando con esa figura.
-Quédate quitecito, Christian Gray – bromeó BaekHyun llamándolo por ese apodo, refiriéndose a su aventura con Momo.
-Ya empiezan – dije en un suspiro.
-¿Quién es ese? – preguntó Lucas frunciendo el ceño.
-¿No sabes quién es Christian Gray? – pregunté y él negó con la cabeza, BaekHyun y yo nos miramos y reímos por la ingenuidad e inocencia del pequeño.
-Decidme quién es – insistió Lucas molesto por nuestras risas.
-Da igual, Lucas – BaekHyun negando con la cabeza.
-Vámonos – quité el pen-drive de la torre de control del ordenador y me puse en pie.
-Que me digáis quién es Christian Gray – volvió a repetir Lucas.
-No hay tiempo – dije yo.
-Oye, iros a la mierda, a mi no me vaciléis – se quejó muy serio.
-Es un personaje literario con un gran reconocimiento por su papel en la novela – le explicó BaekHyun – era un puto cumplido, que pesado eres – puso los ojos en blanco – nos vamos, Gray – bromeó pero serio.
Yo esbocé una pequeña sonrisa, esos dos no tenían remedio, el puto perro y el gato.
BaekHyun encabezó nuestra salida de allí y bajamos al túnel con todo en orden, no nos habían pillado y habíamos esquivado las cámaras en todo momento. Aún teníamos que caminar por veinte minutos hasta llevar al subsuelo de la celda de TaeMin y ninguno mediamos palabra en ese rato, yo tenía la cabeza en otras cosas, en el plan de fuga y en lo que haría después, pero también en JungKook y en NaYeon, esos dos podían ser peligrosos para nuestro plan, si iban detrás de TaeMin podían estar vigilándolo y acabar descubriendo la fuga.
-Toma – le lancé a Lucas un palo metálico y largo para que lo alzase y golpease las mantas y con ello la litera de TaeMin, para avisarlos de que ya habíamos llegado.
Nos quedamos a la espera de que apartaran el mueble y las sábanas y Marc fue el primero en asomarse para ayudarnos.
-Vamos, BaekHyun – Lucas le tendió la mano para ayudarlo a subir, era más fácil que Lucas te ayudase a subir que hacerlo solo.
BaekHyun fue el primero en salir del túnel, después Lucas me ayudó a mí y fue TaeMin quién me tendió la mano para acabar de ayudarme.
-¿Todo bien? – me preguntó ya arriba y sacudiéndome los hombros – ¿lo tienes? – me soltó la mano.
-Lo tengo – le enseñé el dispositivo dónde lo había guardado todo, sonreí ampliamente y él hizo lo mismo, el cabrón tenía una sonrisa preciosa escondida bajo unos labios perfectos.
-Eres el mejor –
-Lo sé – mantuve la sonrisa ante sus palabras y él cerró los labios pero sin dejar de hacerlo también.
-¿Quién coño es Christian Gray? – preguntó Lucas en alto.
Yo retrocedí un paso y me alejé de TaeMin, separándome de su característico y suave aroma corporal.
-¿Cómo no puedes saber quién es ese tío? – preguntó Kai frunciendo el ceño y Lucas se encogió de hombros – déjalo, colega – acabó de colocar bien la litera y corrió la sábana blanca de la puerta para marcharse.
-Un chico de un libro – contestó Mark – es buen tío – bromeó dándole unas palmaditas en el pecho y marchándose también.
-¿Te encargas? – BaekHyun dejó el teléfono en la mano y asentí con la cabeza.
Todos se marcharon, menos TaeMin, que intuyó que tenía que hablar con él. Cuando nos quedamos solos, tomé asiento en una de las sillas y él acercó la otra para ponerse a mi lado y de espaldas a la puerta.
-Hemos encontrado algo, que puede interesarte, si es que no lo sabes ya – suspiré desbloqueando el teléfono de BaekHyun, él asintió con la cabeza y se dejó caer en el respaldo – hemos leído los informes penales de JungKook y NaYeon y hemos encontrado esto.
Le di el teléfono y él lo cogió para observar las imágenes y leerlas. Yo entrelacé las manos sobre la mesa y esperé a que las analizara todas, él se tomó su tiempo para hacerlo y después dejó el móvil en la mesa con tranquilidad.
-¿Y qué? – preguntó en un suspiro – ¿quieren matarme? Que vengan, saben en qué celda duermo.
-¿No lo sabías? – pregunté guardándome el teléfono y él negó con la cabeza – ¿y tienes alguna idea de por qué te buscaban y querían matarte?
-No – se mordió el labio inferior y sonrió un poco – pero vaya dos inútiles – bromeó por el hecho de que mataron a tres personas por equivocación y buscándole a él – está bien que me aviséis, pero no sé qué queréis que haga, ¿debería tenerle miedo? – se echó hacia delante – eso no existe.
-Supongo que solo queríamos avisarte – tragué saliva, nunca dejaba de sorprenderme, no me esperaba una reacción así, esperaba otra cosa, tal vez que hiciese alguna pregunta o que quisiese que investigásemos sobre ese tema, pero realmente parecía no importarle una mierda.
-Bien, ya me habéis avisado – sonrió y se puso en pie – ¿vamos? Hay cosas que hacer.
Asentí y me levanté con él para salir de la celda e irnos con los demás al patio, yo cogí mi ordenador portátil para empezar a transferir todos los datos, porque hacerlo e instalar todo lo que tenía que hacer, iba a costarme unos días.
TAEYONG P.O.V
Acabé de afeitarme junto a SuHo en los vestuarios, él estaba explicándome algunas anécdotas de que le pasó los primeros días que estuvo preso, debo admitir que me hizo reír, porque fue desastrosa su bienvenida y él era muy bueno explicándome como ChanYeol, SeHun y él no hacían más que cagarla. Los tres entraron a la vez, por el secuestro del centro comercial, los 309 rehenes, el asesinato de 27 de ellos y el intento de robo de la joyería y las cajas registradoras de cada una de las tiendas. Pero les salió fatal y acabaron encerrados.
-Te espero en la celda – me dijo él dándome un toquecito amistoso en el hombro y mirando como TaeMin entraba en el vestuario.
-Vale – contesté yo mojándome la cara con agua para limpiarme los restos de espuma de afeitar.
TaeMin caminó hasta quedarse a mi lado, observé cómo se colocaba bien el pelo húmedo que le caía por la frente mientras se miraba al espejo y esperé a que hablase.
-Necesito que me hagas un favor, TaeYong – dijo girándose hacia mí y metiéndose las manos en el bolsillo de la sudadera – necesito que me traigas algo.
-¿El qué? – le pregunté secándome las manos en la toalla que colgaba de mi cuello.
-Toma – me dio un papel con tres cosas apuntadas y yo lo leí con atención pero fruncí el ceño confundido.
-Valproato sódico, barbitúricos e idantonias – leí las tres cosas que me pedía – no es droga, son medicamentos.
-Lo sé – asintió con la cabeza – ¿puedes conseguirlo?
-Sí – murmuré guardándomelo en el bolsillo – ¿para cuándo?
-Lo antes posible.
-Pasado mañana, puedo pedirlo hoy – le informé.
-Bien – sonrió – una cosa, esto va a quedar entre tú y yo – me señaló con el dedo a modo de advertimiento.
-Tienes mi palabra – asentí una vez con la cabeza mirándolo a los ojos.
-Buenas noches, que duermas bien – sonrió más amplio y se dio la vuelta para marcharse.
Yo observé cómo se iba, le conseguiría lo que me pedía pero era extraño que me pidiese medicamentos, además ese tío podía usar todo lo que había pedido para lo que quisiese, para él o para matar a alguien, pero no debía hacer preguntas, era cuestión de profesionalidad, ni decir nada, tan solo cuestión de lealtad, eran las dos cosas más importantes.
Después me marché a mi celda, dónde Rosé ya dormía, Momo estaba intentándolo y SuHo solo estaba sentado en una silla, yo me uní a él, a su lado, para, como la noche anterior, hablar un rato antes de ir a dormir. Antes envié un mensaje a uno de NCT127, para que me consiguiera lo que TaeMin me había pedido, algunos recados más y la medicina para la curación de Kai.
Después me envolví en una conversación con SuHo y nos fumamos algún cigarro juntos. Mientras lo hacíamos, yo vi como JaeHyun estaba en el patio, lo observaba de reojo de vez en cuando, él caminaba por el patio y fumó un par de cigarros seguidos, cuando estaba nervioso o estresado, fumaba demasiado.
-¿Vamos? – SuHo se levantó de la silla y me hizo un gesto con la cabeza para que nos metiésemos en la cama – como las despertemos nos van a matar – bromeó haciendo referencia a Rosé y a Momo que ya dormían desde hacía un buen rato.
Yo asentí y ambos nos metimos en la cama, él dormía encima de mí desde el primer día, así que esperé a que subiese él primero y después yo me tapé bien con las sábanas, me puse las manos detrás de la cabeza y me quedé mirando el techo de la litera durante un buen rato, hasta que escuché unos pasos en la puerta de la celda y giré la cabeza para ver unas piernas cubiertas por el pantalón gris. Esperé a que se agachase y JaeHyun asomó la cabeza para mirarme.
Sin que nos dijésemos nada, yo me eché a un lado, contra la pared, para dejarle espacio, levanté las sábanas y él se tumbó a mi lado, también mirando al techo. No sabía que quería, aunque podía imaginármelo, así que esperé a que hablase.
-¿Probamos de llamarlo? – preguntó al fin.
Yo saqué el móvil de debajo de la almohada y lo desbloqueé, empecé a temblar en el momento en el que marqué su número y le di al botón de llamar, tenía miedo de que no lo cogiese de nuevo, sabía que no lo haría pero tuve esperanza, aunque se esfumó cuando sonó del contestador, como siempre.
-Mierda – susurró él apretando su labio inferior con sus dientes con fuerza – ¿qué hacemos, TaeYong? – murmuró.
-No lo sé – negué con la cabeza – no sé ni por dónde empezar.
-Ni yo, ni por dónde buscar, ni a quién llamar, solo tú y yo podemos solucionar esta mierda – suspiró – y estamos encerrados en la puta cárcel.
Yo giré la cabeza para mirarlo, observé su perfecto perfil, parecía estar apunto de romperse y yo podía aguantar muchas cosas pero no ver como JaeHyun se me descomponía y rompía esa faceta de duro que tenía.
-Tengo algo entre manos – dije – no puedo decirte el qué pero puedo arreglarlo.
-¿Me estás pidiendo que confíe ciegamente en ti? – se giró también a mirarme y yo aparté la vista al techo – ¿cómo antes?
-Sí – asentí con la cabeza.
-¿Vas a salvarlo?
-Lo haremos los dos – suspiré – pero no hagas más preguntas, que no puedo contestártelas.
-Vale – murmuró – ¿y qué hay de tú y yo?
-Nada – tragué saliva – si mi plan no funciona, tienes que salir de aquí, eso es lo más importante, creo que no hace falta que te lo recuerde más veces.
-No – negó con la cabeza, aparentemente decepcionado con mi respuesta, pero es que no podía decirle nada más claro que eso, era lo que había y punto, a mí también me dolía pero las cosas iban bien así y si lo cambiábamos podía joderlo todo – ¿puedo quedarme?
-Sí
Tan solo me di la vuelta, para tumbarme de espaldas a él y cara a la pared, él se movió un poco para acomodarse y yo me tapé la cara con las manos y cerré los ojos con fuerza, quería estallar de una maldita vez, llorar, gritar y todo lo que hiciese falta, solo quería liberarme y quitarme la mordaza que tenía. Pero durante mi vida, siempre que hacía eso, tenía las consecuencias más dolorosas y perjudiciales, así que había que ser prudentes, para que todo saliese bien, por mucho que doliese, eran los gajes del trabajo.
Continuara….