Agarre la mano de Felix y la aprete, necesitaba su apoyo.
– Tranquila- Susurro, mis mejillas estaban mojadas por las lagrimas, me abrace a el.
Tenia tantas ganas de correr, ir a pedirle a mi ex-novio que no me deje, que se quede a mi lado, pero no, tenia que ser fuerte.
– No lo necesitas, el te hacia daño- Me sentía ridicula, cuanto tiempo llevaba engañandome, golpeandome, humillandome, pero aun lo amaba.
– Me siento tan tonta- Solte mientras lloraba.
Cuando tiempo llevaba burlándose de mi, tratandome de una chiquilla tonta y puberta, llore aun mas al recordar lo débil que era, ¿cuantas veces habia tratado de dejarlo pero no pude?
– Dime que siempre estarás a mi lado- Susurre mientras la pequeña picazon en mi nariz me avisaba que iba a llorar otra vez.
– Nunca te dejare porque te amo- Me beso la cabeza- No debes llorar por personas tontas como el, eres demasiado hermosa como para llorar-
Mi labios se abultaron y empece a llorar como un bebe.
– Ven, tengo la mejor solución- Me llevo a mi casa- En esta hoja anota todo lo que sientes en este momento-
Asenti y empece a escribir.
Todas las noches que te espere hasta tarde, sabia que estabas con ella pero hacia oídos sordos y ojos ciegos, no quería alejarme de ti, cada vez que me llamabas amor sentía mi corazón llenarse de alegría, se que estoy loca, por seguir amandote, pero no lo puedo evitar, fuiste la primera persona que se fijo en mi, me hacías sonreir como una idiota, luego empezaste a cambiar, ya no me tratabas igual, de cualquier manera querías bajarme la autoestima, algo que lograste.
Le entregue la hoja a Felix, no podía escribir mas, no sin largarme a llorar como Maria Magdalena.
– Muy bien, ahora vamos a comer helado y miramos tu película favorita-
Claramente el sabia que odiaba Titanic mientras que el la amaba pero aun así eramos amigos.
Ahí nos encontrábamos mirando “Para todos los chicos de los que me enamore” me abrace a el y pensé que hubiese sido perfecto que me haya enamorado de el pero yo no mandaba a mi corazón.