La actriz Kim Hieora, quien enfrenta una fuerte controversia por violencia escolar, ha admitido indirectamente durante una entrevista con Dispatch que llegó a extorsionar a sus compañeros de clase, sin embargo, negó las acusaciones de agresión e intimidación.
En la acalorada discusión realizada el 11 de septiembre, la estrella reconocida por su fascinante actuación en “The Glory” arrojó luz sobre sus acciones pasadas y expresó su vergüenza, pues incluso compartió los antecedentes de su participación en el drama y expresó:
Es difícil de admitir, pero me di cuenta de que las personas pueden oprimir y acosar a otros hasta extremos inimaginables. Nunca pensé en eso ya que nunca estuve en el lugar de ser “Luna Dong Eun”. Creo que también justifiqué mis acciones pensando: “Esto no es suficiente para ser visto como un matón”.
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Durante su estancia en la escuela secundaria para niñas Sangji en Wonju, provincia de Gangwon, circularon rumores de que la actriz era parte del grupo iljin (intimidación), ‘Big Sangji’, conocido por actividades que incluían extorsión, agresión y abuso verbal. Sin embargo, en la sincera entrevista, Kim Hieora negó severamente su participación en incidentes importantes. Agregó:
Aunque fui parte de ‘Big Sangji’, no mantuve un carácter impecable durante ese tiempo. No puedo garantizar que no haya desempeñado un papel en estos desagradables.
Cuando se le preguntó acerca de las afirmaciones hechas por un individuo que decía ser un compañero de estudios de la escuela secundaria Sangji, que acusó a Kim de sacarles dinero, ella admitió parcialmente su participación y confesó:
Desempeñé un papel en la recaudación de dinero para los compañeros mayores. Estoy de acuerdo en que mis amigos de ‘Big Sandji’ tomaron dinero de otros estudiantes; fue una cantidad significativa. También contribuí considerablemente. Por ejemplo, si las niñas mayores preguntaran: “¿Son factibles 100.000 KRW coreanos?” nosotros, que éramos más jóvenes, (iríamos a ver a nuestros compañeros más jóvenes) y les diríamos: ‘Está bien, dividámoslo 50-50’. Dado que las víctimas estaban en un grado inferior al nuestro, esto facilitó tales problemas.
Finalmente, Kim Hieora admitió sus deficiencias en el pasado y expresó su arrepentimiento por tales comportamientos, ya que concluyó diciendo:
No niego mis errores. No era un estudiante modelo y hubo momentos en los que justifiqué acciones cuestionables. Debido a mi nombre distintivo, nunca podría ser simplemente un estudiante común y corriente. O era blanco de envidia, corría el riesgo de ser excluido o elegía llamar la atención. Elegí esta última decisión, decisión que lamento profundamente.
