Dado que la variante Delta de COVID-19 se ha detectado en alrededor de 80 países en todo el mundo, aumenta el temor de que la mutación altamente infecciosa del coronavirus pueda convertirse en la cepa dominante en Corea.
Se sabe que la variante Delta, que se originó en India, es tres veces más transmisible que el virus original y un 50 por ciento más contagiosa que la variante Alpha reportada por primera vez en el Reino Unido.
En Corea, de las 2.225 infecciones debidas a variantes, se encontró que 1.886 casos eran la variante Alfa después de la secuenciación genética, seguida de 190 de la variante Delta, según la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea (KDCA).
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Después de que nueve casos de Delta en el extranjero se identificaron por primera vez en Corea del Sur a mediados de abril, el número de infecciones de la variante de propagación rápida aumentó a 190 en dos meses.
A la preocupación se suma que las vacunas actuales son menos efectivas contra esta variante.
Según el KDCA, dos dosis de la vacuna Pfizer mostraron un 87.9% de efectividad contra la cepa Delta, mientras que la vacuna AstraZeneca fue un 59.8% de efectividad; ambas son más bajas que la eficacia contra el Alfa original en 91.3% y 81.5%, respectivamente.
Dadas las circunstancias, es muy posible que la variante Delta se convierta en la cepa dominante en Corea a menos que se impongan medidas más estrictas para frenar la propagación, advirtieron los expertos médicos.
Kim Woo Joo, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Guro de la Universidad de Corea, expresó su preocupación de que las próximas reglas de distanciamiento social suavizadas puedan crear un entorno más favorable para la propagación de la variante.
Fuente: Korea Times